“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artilugio logramos sobrellevar el pasado.”
In this quote by Gabriel Garcia Marquez, he highlights the power of the heart's memory in shaping our perceptions of the past. Marquez suggests that our hearts have the ability to filter out the negative memories and amplify the positive ones, allowing us to cope with past experiences. This idea underscores the selective nature of memory and how it plays a crucial role in how we navigate our pasts. Marquez's eloquent expression serves as a reminder of the intricate ways in which our emotions and memories intertwine to influence our perceptions of reality.
Gabriel Garcia Marquez's quote highlights the importance of memory in shaping our perception of the past. In a world where we are bombarded with negative experiences and emotions, our hearts have the ability to filter out the bad memories and focus on the positive ones. This mechanism of the heart allows us to move forward and find strength in our past experiences, rather than being weighed down by them. In today's fast-paced and often chaotic world, remembering the good times and letting go of the bad can be a vital tool for maintaining mental and emotional well-being.
In this quote, Gabriel Garcia Marquez highlights the power of the heart's memory in reshaping our recollections. By emphasizing the idea that our hearts have the ability to diminish negative memories and enhance positive ones, he sheds light on how this mechanism allows us to navigate our past experiences.
When considering Gabriel Garcia Marquez's quote about the memory of the heart, it prompts us to reflect on our own experiences with memory and how it shapes our perception of the past. Here are some questions to ponder:
“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.”
“Todavia era demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificiologramos sobrellevar el pasado.”
“En las noches de invierno, mientras hervía la sopa en la chimenea, añoraba el calor de su trastienda, el zumbido del sol en los almendros polvorientos, el pito del tren en el sopor de la siesta, lo mismo que añoraba en Macondo la sopa del invierno de la chimenea, los pregones del vendedor de café y las alondras fugaces de la primavera. Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de la irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaron cuanto él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran de Horacio y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.”
“Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos ( o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonio acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenian una segunda oportunidad sobre la tierra.”
“Los liberales, le decía, eran masones; gente de mala índole, partidaria de ahorcar a los curas, de implantar al matrimonio civil y el divorcio, de reconocer iguales derechos a los hijos naturales que a los legítimos, y de despedazar al país en un sistema federal que despojara de poderes a la autoridad suprema. Los conservadores, en cambio, que habían recibido el poder directamente de Dios, propugnaban por la estabilidad del orden público y la moral familiar; eran los defensores de la fe de Cristo, del principio de autoridad, y no estaban dispuestos a permitir que el país fuera descuartizado en entidades autónomas.”
“y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.”