“-Ángel, ¿cómo diablos se supone que me voy a concentrar todo el día, sabiendo que mi hermosa novia se ve como una maldita diosa del sexo? ¿Estás torturándome a propósito?”
“-Gracias por esto, Ángel, pero no me gusta el Coco Pops. Le fruncí el ceño, confundida. Siempre estaba comiendo mi cereal. -Claro que sí, te lo comes todos los días.Se echó a reír.-No, no lo hago. Hago un plato cada día y pretendo comerlo, antes de que vengas y me lo arrebates.-¿Por qué diablos harías un plato y pretender comerlo? ¿Te gusta hacerme enojar?-No, Ángel. Me gusta hacerte el desayuno.”
“—Te llamo Ángel, porque, honestamente creo que Dios puso un ángel en la tierra sólo para mí —admitió—. La primera vez que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eras tan hermosa que me dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.”
“-¿Cuál es el problema, Ángel? -¡Ese imbécil se robó mi primer beso! -. Liam se echó a reír y me sentí aún peor.-¡No es gracioso, Liam! El primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una clase de súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes.-Ángel, cálmate. Él no te robó tu primer beso.”
“—Sí, él se limitó a darte un beso, pero ese no fue el primero. Tu primer beso lo obtuve hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hizo que su rostro se viese hermoso. ¿De qué diablos estaba hablando? Nunca me había besado. Fruncí el ceño, pensando, tratando de recordar. —¿Recuerdas la vez que me hice daño cuándo me caí de ese árbol en mi jardín delantero? Tenía trece años y mi maldita pierna dolía tanto, y me preguntaste qué podías hacer para que el dolor desapareciese. —Cerró los ojos y negó con la cabeza al recuerdo, con una pequeña sonrisa en las comisuras de sus labios.”
“-No puedo cambiar mi pasado, Ángel, créeme que lo haría si pudiera. Nunca he sentido nada por nadie más, lo juro. Nunca le he dicho a nadie que era hermosa, sólo a ti. Nada más se compara a ti -dijo, mirándome intensamente, deseando que entendiera.- Buenas noches, Ángel -susurró.”
“Oh, vamos, estoy autorizado a decirte comentarios cachondos ahora, ¿verdad? Quiero decir, eres mi novia así que tengo que usar mis mejores movimientos contigo.-Dilo otra vez. - ¿Estoy autorizado a decirte comentarios cachondos?-No, eso no. La siguiente parte.- ¿Eres mi novia?Asentí, con la respiración entrecortada, su sonido me hizo sentir como si estuviera volando. Él sonrió-. Eres mi novia, Ángel -ronroneó seductoramente, besando ligeramente mis labios-. Mi chica. -Me besó de nuevo-. La única que quiero.”