“Te seguiría a cualquier lugar si me lo pidieras.”
“-Gracias por esto, Ángel, pero no me gusta el Coco Pops. Le fruncí el ceño, confundida. Siempre estaba comiendo mi cereal. -Claro que sí, te lo comes todos los días.Se echó a reír.-No, no lo hago. Hago un plato cada día y pretendo comerlo, antes de que vengas y me lo arrebates.-¿Por qué diablos harías un plato y pretender comerlo? ¿Te gusta hacerme enojar?-No, Ángel. Me gusta hacerte el desayuno.”
“—Te llamo Ángel, porque, honestamente creo que Dios puso un ángel en la tierra sólo para mí —admitió—. La primera vez que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eras tan hermosa que me dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.”
“-Está bien, como quieras. ¿Pero puedes hacer que tu amiga deje de coquetear conmigo? Dile que estoy ocupado. Mi respiración se atoró en mi garganta con sus palabras. - ¿Estás ocupado?Me besó de nuevo, dándole a mi cuerpo un hormigueo y haciendo que anhele por más. -Definitivamente estoy ocupado, si tú me quieres tener.-Te tengo si tú me tienes.”
“Ya sabes, hay una delgada línea entre el amor y el odio. Tal vez me amabas y no te diste cuenta -sugirió, sonriendo. Sonreí porque eso era exactamente lo que estaba pensando antes.”
“Era más fácil para mí mantenerme alejado de ti si en realidad no querías estar conmigo. Pensé que si te hacía querer estar lejos de mí, entonces yo no tendría que intentar tan duro.”
“-No puedo cambiar mi pasado, Ángel, créeme que lo haría si pudiera. Nunca he sentido nada por nadie más, lo juro. Nunca le he dicho a nadie que era hermosa, sólo a ti. Nada más se compara a ti -dijo, mirándome intensamente, deseando que entendiera.- Buenas noches, Ángel -susurró.”