“ARTE MAGNÉTICA DE tanto amar y andar salen los libros.Y si no tienen besos o regionesy si no tienen hombre a manos llenas,si no tienen mujer en cada gota,hambre, deseo, cólera, caminos,no sirven para escudo ni campana:están sin ojos y no podrán abrirlos,tendrán la boca muerta del precepto.Amé las genitales enramadasy entre sangre y amor cavé mis versos,en tierra dura establecí una rosadisputada entre el fuego y el rocío.Por eso pude caminar cantando.”
“Yo no me calloPerdone el ciudadano esperanzadomi recuerdo de acciones miserables,que levantan los hombres del pasado.Yo predico un amor inexorable.Y no me importa perro ni persona:sólo el pueblo es en mí considerable:sólo la Patria a mí me condiciona.Pueblo y Patria manejan mi cuidado:Patria y pueblo destinan mis deberesy si logran matar lo levantadopor el pueblo, es mi Patria la que muere.Es ése mi temor y mi agonía.Por eso en el combate nadie espereque se quede sin voz mi poesía.”
“No te amo como si fueras rosa de sal, topacioo flecha de claveles que propagan el fuego: te amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma.Te amo como la planta que no florece y llevadentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores, y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpoel apretado aroma que ascendió de la tierra.Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,te amo directamente sin problemas ni orgullo:así te amo porque no sé amar de otra manera,sino así de este modo en que no soy ni eres,tan cerca que tu mano sobre mi pecha es mía,tan cerca que cierran tus ojos con mi sueño.”
“Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo.Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De prontomientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.”
“Si consideras largo y locoel viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces,piensa, que en ese día, a esa hora, levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.”
“Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. ”
“Walking AroundSucede que me canso de ser hombre.Sucede que entro en las sastrerías y en los cinesmarchito, impenetrable, como un cisne de fieltronavegando en un agua de origen y ceniza.El olor de las pelquerías me hace llorar a gritos.Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.Sucede que me canso de mis pies y mis uñasy mi pelo y mi sombra.Sucede que me canso de ser hombre.Sin embargo sería delicioso asustar a un notario con un lirio cortadoo dar muerte a une monja con un golpe de oreja.Sería belloir por las calles con un cuchillo verdey dando gritos hasta morir de frío.No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,vacilante, extendido, tiritando de sueño,hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,absorbiendo y pensando, comiendo cada día.No quiero para mí tantas desgracias.No quiero continuar de raíz y de tumba,de subterráneo solo, de bodega con muertosateridos, muriéndome de pena.Por eso el día lunes arde como el petróleocuando me ve llegar con mi cara de cárcel,y aúlla en su transcurso como una rueda herida,y da pasos de sangre caliente hacia la noche.Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,a hospitales donde los huesos salen por la ventana,a ciertas zapaterías con olor a vinagre,a calles espantosas como grietas.Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinoscolgando de las puertas de las casas que odio,hay dentaduras olvidadas en una cafetera,hay espejosque debieran haber llorado de vergüenza y espanto,hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,con furia, con olvido,paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:calzoncillos, toallas y camisas que lloranlentas lágrimas sucias.”