“—¿Solas? —pregunta a nadie.Pasan unos segundos. El mar rompe ahora con más fuerza contra las rocas, más abajo. Mamá habla de nuevo sin girarse. Al mar. A Helena.—Enfermas sí. Desquiciadas también. Y rotas.Los cirros se deslizan sobre el solo poniente. La luz es naranja, granate, preciosa.—Solas no. Al menos hasta que yo muera, niñas. No quiero volver a oíros decir eso nunca más. A ninguna. Nunca —termina con firmeza.”
“Callar es respetar el dolor ajeno, puede ser. Pero eso no cura nada y yo ya no tengo tiempo ni ganas para esperar a que la gente se atreva a decir. Porque si algo me han enseñado los años y los colgajos es que el tiempo no perdona ni cura. Lo que cura es la verdad, y si duele, mala suerte.”
“Miente. Bea miente, como mentimos todas. No escribe para que la escuchen. Escribe porque no la escuchan. No es lo mismo. O puede que sí.”
“Passa un segon com passa tota una vida quan passem la vida esperant una llum que triga.”
“Sí, vam decidir esperar i de tant fer-ho el temps se'ns en va anar de les mans.”