“Hablar bien, expresarse correctamente en español, no es conocer mil palabras y vomitarlas machaconamente; supone el conocimiento preciso de cada término, su raíz filológica, el empleo justo de cada vocablo en el momento adecuado evitando redundancias, hipérboles y prolongaciones del discurso que, de otra forma, deviene pesado y pedantesco.”
“De todos los idiomas europeos el que resulta más difícil de hablar bien a mi entender es sin duda el español, tal es su riqueza de palabras, rotaciones lingüísticas y belleza expresiva. Ocurre sin embargo que tan pocas personas conocen lo que dicen, son tan escasas las que manejan por completo el inmenso vocabulario de esta excepcional lengua, tan selectas las que entienden sus innumerables giros y tiempos verbales, que parece simple y sencillo a primera vista.”
“Me invitó a café, la nueva infusión que, procedente de Turquía, se hace cada vez más popular y causa furor en toda Europa. [...] Es un líquido intensamente negro, muy aromático, con un sabor amargo que puede ser amortiguado añadiéndole azúcar.”