“La gente le tiene muchísimo más miedo a las palabras que a los cañones. Las palabras han hecho revoluciones, puentes, caminos. Han logrado que la gente se enamore o se odie para siempre. Hay palabras grandes como monocotiledónea o gatroenterólogo y pequeñitas pero poderosas como paz. Importantes como justicia, imprescindibles como vida, valiosas como sueño, muy poco significativas como dinero... Lo importante es cómo se usan y qué se quiere decir cuando se usan.”
“Hogar es sinónimo no de casa sino de calidez, de ternura, de refugio, de ventana para mirar al mundo y la lluvia sin que ésta te moje.”
“Uno se hace hombre, se hace más humano, cuando tiene su propia biblioteca, aunque sea de un solo libro.”
“El libro es jardín que se puede llevar en el bolsillo, nave espacial que viaja en la mochila, arma para enfrentar las mejores batallas y afrentar a los peores enemigos, semilla de libertad, pañuelo para las lágrimas. El libro es cama mullida y cama de clavos, el libro te obliga a pensar, a sonreír, a llorar, a enojarte ante lo injusto y aplaudir la venganza de los justos. El libro es comida, techo, asiento, ropa que me arropa, boca que besa mi boca. Lugar que contiene el universo.”
“Las cicatrices son muy importantes, hay que lucirlas con orgullo, porque cada una, pequeña o grande, cuenta una historia, tan pequeña o grande como quieras.”
“Cuando algo suena terrible es porque se está diciendo con la intención de que suene terrible. Por eso hay que pensar antes de decir las cosas y nunca dejar de decir lo que se piensa.”