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David Trueba

David Rodríguez Trueba es un escritor, periodista, director de cine, guionista y actor español.

Es el hermano menor de una familia madrileña con ocho hijos, entre ellos el ganador del Óscar Fernando Trueba. Ingresó en el colegio a los siete años debido al afán de su madre por retenerlo. Desde pequeño adqurió el hábito de escribir con la máquina Lettera 35 que vendía su padre en su trabajo de venta ambulante.

De vocación periodista ingresó en la facultad de Ciencias de la Información rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Mientras cursaba sus estudios trabajó en cortometrajes y escribió la película Amo tu cama rica que dirigió Emilio Martínez Lázaro. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos, donde realizó un curso de guion en el American Film Institute, en la que le impartió clase Leonardo Bercovici, y quien le corrigió el primer borrador de su guion Los peores años de nuestra vida, donde se auto-retrató como un joven enamoradizo, romántico, adverso a la idea de estabilidad laboral...

Antes de su viaje a Estados Unidos en 1992, en España ejerció diversos trabajos: letrista para Rosa León, también escribió la letra de la canción de Andrés Calamaro para su película Bienvenido a casa que fue nominada al Goya a la Mejor Canción Original en 2006; periodista para El País y El Mundo; guionista de programa televisivo en Sopa de gansos y Querido Rafael (sobre la figura de Rafael Alberti). Volvería a trabajar en televisión entre 1993 y 1994 como co-director del programa El peor programa de la semana.

Emilio Martínez Lázaro le contrató en 1991 para hacer el guion de Amo tu cama rica. Su buen entendimiento profesional se tradujo en la filmación del posterior guion de David, Los peores años de nuestra vida, a su vuelta de los Estados Unidos.

En 1996 se produjo su salto a la dirección con La buena vida, inspirada en la obra de François Truffaut, Louis Malle y J. D. Salinger. En ella, Trueba rememoró la adolescencia como una etapa vital dolorosa, solitaria, de la que sólo se podría escapar gracias al influjo del amor. Tras una larga búsqueda en los institutos madrileños seleccionó a Fernando Ramallo por su mirada melancólica. Ese mismo año ganó el Premio al Mejor Videoclip al dirigir a Albert Pla en su versión del clásico de Lou Reed Walk on the Wild retitulado El lao más bestia de la vida. Con el mismo cantante rodaría el espectáculo teatral Albert Pla supone Fonollosa.

Al año siguiente la Academia le recompensó con una doble candidatura a los Premios Goya al mejor director novel y al mejor guion original.

Su siguiente largometraje, Obra maestra (2000), se demoró cuatro años y en él narró las vicisitudes de un director de cine aficionado que secuestra a una actriz de éxito para convertirla en la protagonista de su propio film.

Dos años más tarde abordó su proyecto más ambicioso, la adaptación de la novela de Javier Cercas, Soldados de Salamina, una ficción sobre un periodista que investiga los hechos en el fusilamiento de Sánchez Mazas, así como una disertación sobre la relatividad de la heroicidad. El largometraje es seleccionado por la Academia para representar a España en los Oscar, pero no obtuvo la candidatura, aunque el documental Balseros, donde David Trueba fue coproductor y co-guionista con Carlos Bosch, sí lo consiguió. Su trabajo de guionista para otros directores ha continuado con ciertos paréntesis, aunque ha colaborado en películas de Álex de la Iglesia, Tony Gatliff o su hermano Fernando Trueba como Two Much o La niña de tus ojos, cuyo guion escribió junto a Rafael Azcona.

En 2004 aceptó el cargo de vice-presidente de la Academia de Cine Española que dejó tras tres años en la institución.

En 2005 rodó su cuarta película, Bienvenido a casa, sobre una joven pareja (formada por Alejo Sauras y Pilar López de Ayala), que empieza su vida personal -n


“El deseo trabaja como el viento. Sin esfuerzo aparente. Si encuentra las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranuras que le permitan filtrarse. El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él. Pero hay otra forma de deseo, abstracta, desconcertante, que nos envuelve como un estado de ánimo. Anuncia que estamos listos para el deseo y sólo nos queda esperar, desplegadas las velas, que sople su viento. Es el deseo de desear.”
David Trueba
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“Siempre he sospechado que la amistad está sobrevalorada. Como los estudios universitarios, la muerte y las pollas largas.”
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“A veces, cuando algún profesor termina la explicación y pregunta si ha quedado alguna duda, Sylvia tiene ganas de levantar la mano y decir sí, ¿podría volver a empezar desde el principio?, pero desde el principio del principio, desde que nacemos, porque aún no he comprendido nada en estos casi dieciséis años de vida.”
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