Fabrizio Mejía Madrid photo

Fabrizio Mejía Madrid


“UNA VISTA AÉREADesde arriba Insurgentes es sólo una amplia avenida que corta la ciudad de México de Norte a Sur repleta de pequeños autos. Se dice que es la vía más grande del mudo porque de un lado desemboca en Acapulco y del otro en Nuevo Laredo pero, en realidad, si uniéramos en línea recta todas las calles llamadas Insurgentes en todo el país, la avenida continuaría hasta llegar a las costas de Hawaii. Insurgentes está enrollada por todo el país como un laberinto. Todos los años, alguien le pone ese nombre a alguna calle de una ciudad en construcción y se siente original. Ni siquiera la ciudad de México ha evitado esa repetición: entre 1985 y 1995, aparecieron veintitrés calles, bulevares, callejones, privadas, prolongaciones y retornos llamados Insurgentes. En el futuro todas las rutas de México terminarán por llamarse así. Caminaremos sin rumbo, doblando a la izquierda y derecha sobre Insurgentes, preguntándonos ¿Dónde estoy?”
Fabrizio Mejía Madrid
Read more
“el Palacio Legislativo del porfirísmo estaría rematado “con vistosos capiteles de estilo corintio y en mitad de los mismos, encima, destacado sobre el todo de la fachada, el Águila Azteca con sus alas desplegadas”. Pero sólo se construyó la cúpula y faltó lo demás […] En México, cuando algo no existe se le construye un edificio.”
Fabrizio Mejía Madrid
Read more
“El tiempo de la ciudad es tan elástico que uno nunca sabe cuando una espera se transforma en plantón. La tendencia es esperar siempre un poco más, inventando justificaciones para el retraso: el tráfico, un accidente (desde un imprevisto sin consecuencias hasta un probable ataque cardiaco). Después, uno empieza a preguntarse si el responsable no será uno mismo: ¿Quedamos aquí o en otro sitio? ¿Estará adelantado mi reloj o atrasado el de la Hora Haste? Bueno, yo llegué tarde la otra vez.”
Fabrizio Mejía Madrid
Read more
“Los días lluviosos son el recuerdo de un castigo mayor para la ciudad. Un poco de lluvia siempre se convierte en una caótica inundación. Las calles regresan entonces a su origen: se hacen lagunas, canales, ríos pestilentes. En ellos aparece el reflejo de los edificios, de la gente, sus dobles sepultados. La pregunta que se hacen los capitalinos tarde o temprano en medio de un chubasco es la misma que obsesionaba a los europeos que deambulaban por la destruída ciudad de México: ¿qué había antes aquí? A lo largo de los siglos, la respuesta es siempre la misma: lo que quedó de una catastrofe.”
Fabrizio Mejía Madrid
Read more