John Katzenbach

“resulta muy duro en los tiempos que vivimos estar loco y ser de mediana edad”

“Cualquiera puede representar cualquier cosa a la luz del día. Pero sólo por la noche, después de que el mundo se ha oscurecido, aparece nuestro yo real.”

“Ése es uno de los principales problemas de estar loco: nunca estás seguro de las cosas”

“Pero sólo por la noche, después de que el mundo se ha oscurecido, aparece nuestro yo real.”

“Hasta los malos poetas aman la muerte”

“Tememos que nos maten. Pero es mucho peor que nos destruyan.”

“El mejor juego es aquel en el que no te das cuenta de que estas jugando.”

“La vida rara vez era tan sencilla y tan armoniosa, normalmente nos estorbamos los unos a los otros.”

“La gente que pretendía que las cosas volvieran a ser como antes solía ser tremendamente ingenua.”

“Incluso cuando se está condenado al fracaso, vale la pena poner en práctica todo lo que uno sabe, para que cuando llegue la derrota inevitable, uno tenga al menos la satisfacción de saber que hizo cuando estaba en su mano para evitarlo.”

“...Cuando puede que conocer el pasado fuera una forma mucho mejor de anticipar el futuro.”

“Daba igual la cantidad de cerrojos que tuviera en la puerta, no impedirían la entrada a mis peores miedos.”

“¿Por qué resulta tan difícil comprender lo poderosa que es la capacidad de negación que tenemos todos? ¡Nunca queremos creer lo peor!”

“Er setzte sich auf ein fadenscheiniges Sofa.”

“El mayor lujo de nuestra existencia, por miserable que sea, es que no sabemos los días que nos han tocado en suerte”

“Lugares impersonales para hombres y mujeres que ganan dinero y lo gastan con la mayor rapidez posible y que piensan que, de algun modo, eso tiene sentido.”

“Acepta la locura. Crea el delirio. Establece la duda. Alimenta la paranoia.”

“One of the things I learned in my maddest years was that one could be in a room, with walls and barred windows and locks on the doors, surrounded by other crazy people, or even stuffed into an isolation cell all alone, but that really wasn't the room one was in at all. The real room that one occupied was constructed by memory, by relationships, by events, by all sorts of unseen forces. Sometimes delusions. Sometimes hallucinations. Sometimes desires. Sometimes dreams and hopes, or ambitions. Sometimes anger. That was what was important: to always recognize where the real walls were. (176)”

“I can no longer hear my voices, so I am a little lost. My suspicion is they would know far better how to tell this story. At least they would have opinions and suggestions and definite ideas as to what should go first and what should go last and what should go in the middle. They would inform me when to add detail, when to omit extraneous information, what was important and what was trivial. After so much time slipping past, I am not particularly good at remembering these things myself and could certainly use their help. A great many events took place, and it is hard for me to know precisely where to put what. And sometimes I'm unsure that incidents I clearly remember actually did happen. A memory that seems one instant to be as solid as stone, the next seems as vaporous as a mist above the river. That's one of the major problems with being crazy: you're just naturally uncertain about things. (9)”