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María Elena Walsh

Fue una poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, que ha sido considerada como "mito viviente, prócer cultural (y) blasón de casi todas las infancias". Por su parte, el escritor Leopoldo Brizuela ha puesto de relieve el valor de su creación diciendo que "lo escrito por María Elena configura la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocchio; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia.".

Especialmente famosa por sus obras infantiles, entre las que se destacan el personaje/canción "Manuelita, la tortuga" y los libros "Tutú Marambá", "El reino del revés" y "Dailan Kifki", es también autora de difundidas canciones populares para adultos, entre ellas "Como la cigarra", "Serenata para la tierra de uno" y "El valle y el volcán". Otras canciones de su autoría que integran el cancionero popular argentino son "La vaca estudiosa", "Canción de Titina", "El Reino del Revés", "La pájara Pinta", "La canción de la vacuna (El brujito de Gulubú)", "La reina Batata", "El twist del Mono Liso", "Canción para tomar el té", "En el país de Nomeacuerdo", "La familia Polillal", "Los ejecutivos", "Zamba para Pepe", "Canción de cuna para un gobernante", "Oración a la justicia", "Dame la mano y vamos ya", etc. Entre sus álbumes destacados se encuentran "Canciones para mirar" (1963) y "Juguemos en el mundo" (1968).

La conocida película de dibujos animados "Manuelita" (1999), dirigida por Manuel García Ferré para el público infantil, se inspira en su famoso personaje y reúne sus canciones.

Entre 1951 y 1963 formó el dúo Leda y María junto a Leda Valladares y entre 1985-1989 fue designada por el presidente Raúl Alfonsín para integrar el Consejo para la Consolidación de la Democracia. Entre los artistas que difundieron el cancionero de María Elena Walsh se destacan el Cuarteto Zupay, Mercedes Sosa, Jairo, Rosa León y Joan Manuel Serrat. Fue pareja de Sara Facio desde 1978 hasta su muerte.


“El debate tan machacón como hipócrita (porque en realidad se trata de una campaña de exterminio) sobre la inminente desaparición del libro, pese a que las editoriales siguen abarrotando librerías, quizá requiere una interpretación (...) No es seguro que el libro esté destinado a desaparecer mañana, pero sí es seguro que desaparecerá cada uno de nosotros especímenes humanos. Y es posible que cuando dejemos este mundo, algunos libros nos echen de menos.”
María Elena Walsh
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“Lector se nace, lector se hace, lector se muere. Como el hábito no tiene finalidad práctica, no admite renuncia por abandono ni por desaliento ante el posible competidor.El lector se arrodilla como el arqueólogo, trepa escalera como el restaurador, fortalece músculos con el diccionario de María Moliner, huronea de tomo en tomo. Lee de pie y escarba en librerías, sufriendo la melancólica anemia de su bolsillo, el despiste de los libreros y la necesidad del ángel que lo aliente para desmalezar la selva de los libros chatarra.Lo creíamos sedentario y en realidad es un atleta, comparado con prójimos que sortean estas gimnasias y se solidifican en ángulo recto frente a las pantallas...”
María Elena Walsh
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“Vivimos entre libros, hemos tenido la libertad de elegirlos y la posibilidad de descifrarlos en una era en que la instrucción fue (casi) universal. No ncesitamos ser monjes ni damas de la nobleza y si pertenecemos a una cofradía no es la del poder ni la del dogma, simplemente hemos sido elegidos por los libros a temprana edad. Bendito sea un privilegio desinteresado, no esgrimido para someter a los diferentes,”
María Elena Walsh
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“Donde no hay libros hace frío. Vale para las casas, las ciudades, los países. Un frío cataclismo, un páramo de amnesia”
María Elena Walsh
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