“Te amo- dijeron sin ninguna vacilación. Me sentí incómoda en sus brazos.Tenía la esperanza de que no se hiciera ilusiones porque esas no eran palabras que yo estuviera dispuesta a utilizar en cualquier forma.”
“Sabía que no podía decir las palabras que él quería oír. Leif era especial para mí, pero no lo quería, al menos no de la forma en que él me quería a mí”
“Justo cuando pensaba que las cosas se estaban poniendo mejor con cómo me sentía acerca de Ashton, siempre pasaba algo que me enviaba en espirales de vuelta al dolor. Por supuesto, se estaba poniendo más fácil y no era ni de cerca todo lo que había sido al principio, pero no se había ido del todo. Temía que jamás lo hiciera. Ashton siempre sería mi más grande error. No porque la hubiera amado, sino porque la había perdido.”
“Uno pensaría que después de los rechazos con los que he lidiado en mi vida, debería estar acostumbrada a ello. Pero no es nada fácil. En realidad no. Te hace cauteloso. Te hace cuidadoso de no hacerte ilusiones.”
“Hiciste un pequeño sonido en tu sueño como si estuvieras angustiada y entre en pánico y corrí a tu lado. Me agarraste del brazo durante tu sueño y la pusiste contra tu cara y volviste a dormir. No quería moverme nunca.— Se puso de pie y se acercó a mi.—Supe entonces que nunca había comprendido lo que los humanos llamaban amor. Pero que si se trataba de algo parecido al poder que tu tuviste en mi, entonces no era de extrañar que lo buscaran tan apasionadamente.”
“—Ella no significa nada para mí. —La voz de Dank envió un hormigueo por mi cuello y en mi pecho—. Nunca te mentiría, Pagan. —dijo, con urgencia, contra mi oreja. Abrí los ojos para mirar hacia él, con ganas de ver el azul de sus ojos. Sus labios rozaron la punta de mi oreja e hizo un sendero hasta mi cara. Ambas manos se apoderaron de mi cintura tirando de mí con fuerza, contra su cuerpo—. Tú me tientas. No puedo caer en la tentación.No estoy hecho para ser tentado pero, Pagan Moore, me tientas. Desde el momento en que vine por ti me atrajiste. Todo acerca de ti... —Una de sus manos que se posaba en la parte izquierda de mi cintura, se trasladó hasta acariciar suavemente mi brazo—. Tú me vuelves loco de necesidad. De deseo. No lo entendía al principio. Pero ahora lo sé. Es tu alma llamándome. Las almas no significan nada para mí. No se supone que deban. Pero la tuya se ha convertido en mi obsesión. —Bajó la cabeza a mi hombro y me besó en la curva de mi cuello. Su mano se movió por debajo de mi camisa y el calor de la palma de su mano descansaba sobre mi vientre desnudo. Un pulso de calor se apoderó de mí y me apretó fuertemente contra él para que no me cayera—. Quiero matar a ese chico cada vez que veo sus manos sobre ti. —Besó el camino hasta mi cuello y arqueé mi cuello en respuesta a darle un mejor acceso. Nada se había sentido así. Su tacto era como una droga—. Quiero arrancar los brazos de su cuerpo para que no te pueda tocar de nuevo. —Un gruñido bajo, familiar vibraba en mi espalda—. Pero no puedo tenerte, Pagan. No estás hecha para mí. —Su voz sonaba torturada. Quería consolarlo. Él me reclamó también. De alguna manera, había entrado en mi mundo y se había convertido en el centro del mismo.”
“Tú eres lo único que más quiero en el mundo, sin embargo lo único que no puedo tener. Porque tenerte completamente sería imposible. No puedes ir donde yo voy.”