“Uno pensaría que después de los rechazos con los que he lidiado en mi vida, debería estar acostumbrada a ello. Pero no es nada fácil. En realidad no. Te hace cauteloso. Te hace cuidadoso de no hacerte ilusiones.”
“Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí.”
“La vida había continuado después, la vida continúa siempre. Te da razones para llorar y razones para reír. Es la vida, Joséphine, confía en ella. La vida es una persona, una persona que hay que tomar por compañera. Entrar en su corriente, en sus remolinos, a veces te hace tragar agua y te crees que vas a morir, y después te agarra por el pelo y te deja más lejos. A veces te hace bailar, otra te pisa los pies. Hay que entrar en la vida como se entra en un baile. No parar el movimiento llorando por uno, acusando a los demás, bebiendo, tomando pastillitas para amortiguar el choque. Bailar, bailar, bailar. Pasar las pruebas que te envía para hacerte más fuerte, más determinada.”
“Hace tiempo, cuando se estrenó Grupo salvaje, de Sam Peckinpah, en la rueda de prensa una periodista alzó la mano y preguntó en tono inquisitivo: «¿Qué necesidad creen que hay en mostrar tanta sangre?». Ernest Borgnine, uno de los actores, respondió con aire perplejó: «Pero, señora, es que, cuando te disparan, sangras». La película se filmó en plena época de la guerra del Vietnam.Me gusta esta frase. Posiblemente sea uno de los principios básicos de la realidad. Aceptar las cosas difíciles de desentrañar como cosas difíciles de desentrañar, aceptar el hecho de sangrar. Disparar y sangrar.Es que, cuando te disparan, sangras.”
“Mientras no estás enamorada, mientras tu corazón es libre y tu mirada no es de nadie, entre todos los hombres que podrían interesarte ni uno solo se digna a prestarte atención; después, en el momento en que te sientes atrapada por una única persona y no te importan los demás absolutamente nada, todos te persiguen, pronuncian dulces palabras, te galantean.”
“Regresar resulta un tanto raro. Si uno viaja a alguna parte, no piensa ya en el estado de la gente y de los lugares que se dejan atrás. Pero cuando regresas después de un largo periodo de ausencia, es como un golpe en la cabeza o un terremoto en toda regla. De pronto, todo tiene un aspecto distinto. Las montañas son más bajas, el agua mucho menos profunda, los largos caminos terminan abruptamente, personas que hasta hace poco decían: "Eso tú no lo entiendes. No te entremezcles", te escuchan y asienten amablemente, el póster en la pared, que te ha costado todo tu dinero, ha perdido toda importancia y los ojos de mamá están a la misma altura que los de una misma.”