“Ya no estoy muerto, estoy enamorado.”
“No espero nada. Esto no es horrible. Después de resolverlo, he ganado tranquilidad. Pero esa mujer me ha dado una esperanza. Debo temer las esperanzas. Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida, para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir. Ya no estoy muerto: estoy enamorado.”
“Estoy muerto espiritualmente. Físicamente, estoy vivo. Moralmente, soy libre.”
“Si estad leyendo esto, seguramente estoy muerto”
“Entonces. Idiotas a un lado, ¿como estuvo tu primera semana?Oh, ya sabes. Vi a un chico muerto. Estoy volviéndome loca. Lo mismo de siempre. – No tan mal.”
“Estoy sufriendo las penas del infierno sin ni siquiera haber muerto.”