“Había algo extraño sobre la manera que dijo mi nombre, pero lo hice a un lado. Fuera lo que fuera, sin duda tenía algo que ver con Perséfone, y mientras más pensaba sobre ella, más dolía todo. Después del viaje a través del Inframundo, quería una sola tarde donde no tuviera que sentirme como la segunda mejor. Estaba dispuesta a esperar por Henry como él había esperado por mí, pero eso no significaba que el tiempo entre ahora y cuando estuviera listo para amarme no sería doloroso.”
“Justo cuando pensaba que las cosas se estaban poniendo mejor con cómo me sentía acerca de Ashton, siempre pasaba algo que me enviaba en espirales de vuelta al dolor. Por supuesto, se estaba poniendo más fácil y no era ni de cerca todo lo que había sido al principio, pero no se había ido del todo. Temía que jamás lo hiciera. Ashton siempre sería mi más grande error. No porque la hubiera amado, sino porque la había perdido.”
“Cuando estaba con ella sentía que valía la pena hacer todas esas cosas normales que hacen las personas normales.Mattia pensó que nada bueno había en tener una cabeza como la suya, que con ganas se la habría arrancado y sustituido por otra, incluso por una caja de galletas siempre que estuviera vacía y fuera ligera. Quiso contestar que sentirse especial era una jaula, lo peor que podía pasarle a uno, pero se abstuvo.Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían.No lo había elegido entre nadie; no había pensado en nadie más.”
“Yo siempre sería la persona a la que ella podía acudir sin temor a recriminaciones ni preguntas. Así que no intentaba conquistarla y me contentaba con jugar una hermosa partida. Pero siempre había una parte de mí que deseaba algo más, y por tanto siempre había una parte de mí que deliraba.”
“Antes de que me secuestraran yo vivía esclava del reloj. Trataba de organizar mi tiempo de la mejor manera posible, incluso leía libros sobre ello.Mi vida estaba programada al segundo. Al final de cada día, cuando regresaba a mi casa agotada tras un día intenso, me acostaba con la sensación de que el tiempo no me alcanzaba para hacer todo lo que quería. Siempre sentía que me quedaba algo por concluir...... En el secuestro, sin embargo, de repente me encontré con que tenía todo el tiempo del mundo para mí, pero aparentemente no había nada que pudiera hacer para aprovecharlo. Nunca antes en mi vida había sentido tan intensamente esa sensación de pérdida de tiempo que experimenté en los primeros meses de cautiverio. Para mí fue un conflicto existencial atroz, pues tenía la sensación de que la vida se me estaba escapando ante los ojos. Era como si estuviera enterrando mi juventud en aquellas selvas.”
“¿Y si se desmayaba? ¿Y si la había asustado tanto que ella realmente perdía el conocimiento? Comencé a pensar en maneras paraexplicarlo.¿Se lo estaba guardando a un amigo?¿Era un accesorio para un show?Era... era... mierda, no sabía.Podía simplemente disculparme. Decirle que sabía que era muy rápido.Esperé a que hiciera algo —gritar, correr, llorar, desmayarse. Cualquier cosa sería mejor que su quietud. Debí haber sido honesto con ella. No era bueno en cosas como ésta. Dije lo que estaba pensando... no planes, no manipulación.Finalmente, cuando pensé que mi cuerpo se derrumbaría sólo por el estrés, se dio la vuelta. De frente a la cama, y sólo pude ver su perfil, pero se estaba mordiendo el labio. ¿Qué significaba eso? ¿Estaba sólo pensando? ¿Pensando en una forma para librarse de esto? Luego, lentamente, como el amanecer asomándose por el horizonte,sonrió.Cerró la caja.No gritó. No salió corriendo. No se desmayó. Pudo haber un poco de llanto.Pero sobre todo... bailó.”