“Esta vida que me devora no la hubiera conocido completamente, y lo que me horroriza en la muerte es la certeza que me traerá de que mi vida ha sido consumida sin mí. Al margen, ¿comprende?”
“No importa donde estas ni lo que estes haciendo en este momento. Lo que importa es que sepas que cada instante de mi vida he pensado en ti, que aun sin conocerte, cada paso en mi camino ha sido para llegar a ti, y cada mañana abro los ojos con la esperanza de encontrarte.”
“Años más tarde aprenderé que un cuerpo vacío de vida no es la muerte. Un cuerpo vacío de vida es nada más que un cuerpo vacío de vida. Sabré que la muerte está en la vida, como fin anunciado de la gente que uno quiere y las experiencias que lo hacen a uno feliz: que asoma, como la transpiración, por los poros. Que un cadáver es el único cuerpo donde la muerte no está.”
“Y por primera vez en mi vida, la salida fue la de la fe . Esta fe llegaba del saber profundo de que yo disponía de la suficiente fuerza y del coraje como para poder sufrir sola esta agonía y la certeza de que nunca se nos da más de lo que podemos aguantar. De pronto comprendí que sólo tenía que cesar en mi lucha, transformar mi resistencia en sumisión y decir sencillamente "si".”
“La conciencia de lo fácil que era morir me erizó la piel. Aunque lo sabía por experiencia propia, me impresionaba que la frontera entre la vida y la muerte fuera tan fina. La fragilidad de la vida. [pp.151]”
“¿Tienes idea de cuántas vidas debimos cruzar antes de que lográramos la primera idea de que hay más en la vida que comer, luchar o alcanzar poder en la Bandada? ¡Mil vidas, Juan, diez mil! Y luego cien vidas más hasta que empezáramos a aprender que hay algo llamado perfección, y otras cien para comprender que la meta de la vida es encontrar esa perfección y reflejarla.”