“Lo que es preciso subrayar es el aspecto frívolo de la población y de la vida. Pero se pasan los días fácilmente en cuanto se adquieren hábitos, y puesto que nuestra ciudad favorece justamente los hábitos, puede decirse que todo va bien.”

Albert Camus

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“Créeme, no hay gran dolor, grandes arrepentimientos, grandes recuerdos. Todo se olvida, incluso los grandes amores. Esto es lo que existe a la vez triste y exaltador en la vida. Hay solo cierta manera de ver las cosas, que surge de vez en cuando. Por esto es bueno a pesar de todo haber tenido un gran amor, una pasión desgraciada en su vida. Esto constituye por lo menos una coartada para las desesperaciones sin razón que nos agobian.”


“Pregunta: ¿qué hacer para no perder el tiempo?Respuesta: sentirlo en toda su lentitud. Medios: pasarse los días en la antesala de un dentista en una silla inconfortable; vivir el domingo en el balcón, por la tarde; oír conferencias en una lengua que no se conoce; escoger los itinerarios del tren más largos y menos cómodos y viajar de pie, naturalmente; hacer la cola en las taquillas de los espectáculos, sin perder su puesto, etc., etc...”


“Cada vez que pienso en este camino de dolor y de alegría dentro de mí, sé bien, y con que arrebato, que la partida que juego es la más seria, la más exaltadora de todas.”


“Pienso en los labios que he besado, en el niño que fui, en la locura de vida y de ambición que me arrastra en ciertos momentos. Soy todo al mismo tiempo. Estoy seguro de que hay momentos en que no me reconocería usted. Extremado en la desgracia, desmedido en la felicidad, no sé como decirlo.”


“Esta vida que me devora no la hubiera conocido completamente, y lo que me horroriza en la muerte es la certeza que me traerá de que mi vida ha sido consumida sin mí. Al margen, ¿comprende?”


“Tenemos miedos. Todos tenemos miedos, aunque lo bueno de esta vida es que casi nadie nos pregunta cuáles son los nuestros. Los intuyen, los huele, se encuentran con ellos en un día en un aeropuerto, en medio de una calle oscura, al subir a un autobús en una ciudad desconocida… Y de repente se dan cuenta de que somos miedosos al volar, a la oscuridad, a que nos roben o a amar y entregar en el sexo parte de nosotros”