“Pero a nuestra edad no se ama, veamos. Se gusta uno a otro, esto es todo. Más tarde, cuando uno es viejo e impotente, puede amar. A nuestra edad, creemos que amamos.Esto es todo, vaya.”
“Sí, ambicioso... Si lo llamo ambicioso, es sobre todo en honor a nuestra estrecha amistad, de otro modo se expresaría uno más correctamente diciendo que pega fuerte con los codos. La ambición es una cosa tan poco ordinaria... Nos hemos acostumbrado a decir que alguien es ambicioso cuando aspira a ser consejero de estado.”
“Cuando uno se hace viejo, gusta más releer que leer.”
“Pero por amor se hacen las cosas que de otro modo nunca se harían.(...)Cuando se quiere a alguien, de repente el otro es más importante que uno mismo.”
“-Estamos hechos el uno para el otro-susurró-. ¿Puede ser que predestinados el uno al otro? Pero nada saldrá de todo esto. Una pena, pero cuando llegue el alba nos separaremos. No puede ser de otro modo. Tenemos que separarnos para no hacernos daño el uno al otro. Nosotros, predestinados el uno al otro. Hechos el uno para el otro. Una pena. Aquel o aquellos que nos crearon el uno para el otro deberían haberse preocupado de algo más. La mera predestinación no basta, es muy poco. Hace falta algo más. Perdóname. Tenía que decirlo.-Lo sé.”
“Es asombroso lo que uno puede ver cuando se sienta a mirar.”