“Porque los detalles, como todos sabemos, conducen a la virtud y la felicidad, en tanto que las generalidades son intelectualmente males necesarios.”
“A veces los detalles son extremadamente importantes. Enlazan todas las cosas en un Todo y unen todos los ingredientes de la memoria”
“Todas las civilizaciones, como la gente que hay en los cementerios, son mortales. Y nosotros sabemos, como el hecho de que vamos a morir, que las civilizaciones que han llegado a su término no volverán nunca más.”
“¿Es ésta la nueva doctrina desconocida? Todo el mundo sabe eso: todo el mundo lo ha escuchado antes. Los cínicos han recomendado la pobreza y la restricción de las necesidades; Sócrates ha prescrito la virtud como una cosa antigua buena; el primer estoico a quien uno encuentra, si bien sea el propio Séneca -que tiene quinientas mesas de madera de limonero-, ensalza la continencia, recomienda la verdad, la paciencia en la adversidades, la fortaleza en el infortunio; y todo eso es como el trigo viejo, que se comen los ratones, pero que la gente rechaza porque huele mal.”
“La Historia, en general, es una sucesión de violentas conquistas y derrocamientos. Y aquel que más habilidad demuestra en los derrocamientos y con más firmeza se encarama a la silla, goza de la augusta bendición de la justicia, y todos sus actos, tanto pasados como venideros, son legales y encomiables, mientras que los de su menos afortunado adversario son delictivos, punibles y merecen ser castigados con la muerte.”
“La felicidad, como la virtud, es en sí misma una recompensa. Se aloja en el corazón y en ningún otro sitio.”