“- Sí, que me ha dicho, mas ya sabéis que el hombre propone y Dios dispone, verba volant scripta manent.”
“Comenzó por recurrir al orgullo, que es una consecuencia de la esperanza y un íntimo convencimiento de la propia inocencia; después dudó de su inocencia, lo que no dejaba de justificar un tanto las suposiciones de locura del gobernador, y por último cayó del pedestal de su orgullo, y no para implorar a Dios, sino a los hombres. Dios es el último recurso. El desgraciado que debería comenzar por él, no llega a implorarle sino después de haber agotado todas sus esperanzas”
“Luego, dirigiendo una postrer mirada sobre aquel apuesto joven, que tendría lo más veinticinco años y a quien dejaba anegado en su sangre, privado de sentido y quizá muerto, suspiró pensando en el extraño destino que obliga a los hombres a destruirse unos a otros por los intereses de personas que les son extrañas en absoluto, y que algunas veces ni siquiera saben que existen.”
“Toda idea que llega a salir del limbo del pensamiento, y se vulgariza por una manifestación cualquiera, deja de pertenecer hasta al mismo que la ha concebido.”
“¿Era perversidad o simplemente malicia? Nosotros creemos que las naturalezas ricas y poderosas, son aquellas que, semejantes al árbol de la ciencia, causan a la vez el bien y el mal, doble rama, florida siempre, y siempre fecunda, cuyos buenos frutos saben distinguir los que tienen hambre de ellos, y cuyos nocivos frutos matan a los inútiles y parásitos por haberlos comido, lo cual no es un mal tan grave.”
“Yo soy orgullosa, es decir, inconquistable; maltrato a los pretendientes pero sin la menor pretensión de retenerlos. Los hombres dicen que soy coqueta, porque tienen el amor propio de creer que los deseo.”
“- No, no. ¡Nada de amistad, señora! Mas quiero morir de amor, que vivir de amistad”