“Acaricié su cabello y me acerqué hasta su mejilla para darle un beso. Miré sus labios. La hubiera besado, pero no lo hice. No lo haría hasta que ella me lo permitiera.”
“Si alguien me hubiera advetido de lo que dolía el amor, hubiera evitado enamorarme de ella. Pero, ¿a quién quería engañar? Era mentira. La habría amado igual.”
“Si alguien me hubiera advertido de lo que dolía el amor, hubiera evitado enamorarme de ella. Pero, ¿a quién quería engañar? Era mentira. La habría amado igual.”
“—No me lo pidas. No me pidas que me comporte como un Gabbana porque ahora no pienso hacerlo. No puedo hacerlo si ella es la moneda de cambio.”
“¡No! ¡No pienso dejarte aquí e irme sin saber cómo va a terminar todo esto!—¡No puedes hacer nada aquí! ¡Solo pondrías tú vida en peligro!—¿Y la tuya? ¿Acaso no importa?—Eso es lo que estoy haciendo, poner mi vida a salvo. —Le miré con todo el amor que sentía. Su vida era yo.”
“Me dejó tan alucinado, que no supe cómo reaccionar. No esperaba sentir tanto con tan poco.Observé cómo se alejaba. De entre tantas personas, ella era la única que sobresalía. Su forma de caminar, su manera de retirarse el cabello… Todo en ella era una constante provocación.«Dios, cómo la odio.»”
“No haré nada hasta que me lo pida —confesé—. No quiero cagarla de nuevo.—¡Oh, joder! ¡Estás enamorado, tío! ¡Qué fuerte, macho! —exclamó Mauro tan alucinado como yo de que aquellas palabras estuvieran ligadas a mí.«Maldición, lo sabía. Sabía que esa niña terminaría volviéndome loco.»”