“Juegas conmigo porque sabes que estoy en tus manos. Eres demasiado insolente —gruñó cabreado sin dejar de mirarme.”
“No ames demasiado la obra de tus manos ni las invenciones de tu corazón.”
“-¿No sabes qué decir? -parecía divertirse con la confusión que se reflejaba en su rostro.-Sospecho que eres tú quien trata de dejarme sin nada que decir.”
“-... Pero ¿sabes en que pense todo el día ayer? un pensamiento que no me puedo evitar no importa cuan disgustado estoy contigo.-No.-Que tengo suerte porque la persona que no puedo sacar de mi cabeza, la persona que significa más para mi de lo que puedo soportar aun está viva, ella está todavía allí, y esa eres tu.”
“-Si pudieras ser libre. ¿Qué pedirías?[...]-Estoy cansada de ser lo que todos los demás han hecho de mi -dije-. Quiero ser yo misma.-No seas niña. [...] Eres lo que tus creadores y tus experiencias han hecho de ti, como todos los seres de este universo. Acéptalo y sigue adelante. Estoy cansado de tus plañidos.”
“Existen seres, tanto hombres como mujeres, que los otros no pueden dejar de tocar, sea con el roce de una mano, un cariño en el pelo o el apretón de un músculo, en fin, algún gesto que desahogue, porque no tocarlos es una locura.”