“Pero esperaba con paciencia. Ya no creía en el poder de la palabra. Nunca salvaba nada. A los setenta años había acabado creyendo únicamente en el tiempo.”
“El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un rio, hay una corriente central rapida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo.”
“Había sido besada unas pocas veces con anterioridad, pero nada como esto. Me sentíelectrificada desde la parte superior de mi cabeza hasta la punta de los pies, y en algúnlugar en el fondo de mi mente escuché a Alice diciendo que el amor tenía un poder propio.Ella tenía razón: esto era mágico.”
“Allí el colmo de la varguardia era el moreno revenido del chulito playa con camisa polo de cuello subido, y la versión femenina de taconazos, minifalda cinturón y escote exuberante con todo tipo de tatuajes sugerentes. Aquí se llevaba más la peluca de tirabuzones y el rollo polvo de arroz estilo Drácula para la cara, acabado con el esnifado de rapé para ellos, lo mismo pero con escotes de vértigo para ellos. En lo de los escotes no había habido poco cambio. Y en lo del esnifado, en el siglo XXI el rapé había quedado obsoleto.”
“...los olores tienen la característica de reproducir tiempos pasados junto con sonidos y olores nunca igualados en el presente.”
“Mis más trágicos recuerdos se levantaron en furioso oleaje. Creía que después de pasar por la experiencia de perderte ya nada podía afectarme demasiado, pero la mínima posibilidad de que algo semejante le ocurriera al hijo que me quedaba, me volteó. Tenía un peso en el pecho, como una roca aplastándome, que me cortaba la respiración. Me sentía vulnerable, en carne viva, a punto de llorar en cualquier instante. En la noche, cuando todos descansaban, oía un rumor entre las paredes, había quejidos atascados en los umbrales, suspiros en los cuartos desocupados. Era mi propio miedo, supongo. El dolor acumulado en ese largo año de tu agonía estaba agazapado en la casa.”