“¿acaso no destruimos por la noche el personaje que nos creamos durante el día día y viceversa?”
“Sin duda, nada es más natural hoy día que ver a las gentes trabajar de la mañana a la noche y en seguida elegir, entre el café, el juego y la charla, el modo de perder el tiempo que les queda por vivir.”
“En la juventud éramos íntegros y el terror y el dolor del mundo nos penetraron por completo. No había una clara separación entre la alegría y la pena: se fundían en una sola cosa, al igual que nuestras horas de lucidez se funden con el sueño y el dormir. Nos levantamos por la mañana siendo unos seres, y por la noche, completamente ahogados, bajamos a un mar empuñando las estrellas y la fiebre del día.”
“La noche se avecina, ahora empieza mi guardia. No terminará hasta el día de mi muerte. No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos. No llevaré corona, no alcanzaré la gloria. Viviré y moriré en mi puesto. Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres. Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir.”
“No es él marcando el ritmo y yo tratando de ponerme al día, o viceversa. Nos alejamos juntos, iguales.”
“Me considero a mí mismo un férreo enemigo de los derechos de propiedad intelectual por dos razones: la primera, por la diferencia que se acentúa cada día -mejor dicho: cada momento- y que nos divide en el mundo desarrollado y el subdesarrollado, el nuestro; la segunda, por mi creencia en la necesidad de que se abran todas las vías para que este pueblo al que pertenzeco adquiera la cultura y los medicamentos necesarios para combatir el binomio formado por la ignorancia y las enfermedades que han lacerado mi sociedad durante siglos.”