“¿Quieres que cometa sabotaje conmigo misma? Es maravilloso. Es digno de ti y digno de mí”
“...era, sin discusión, la más graciosa: poseía esa maravillosa soltura de movimientos, que es la suprema injusticia de la naturaleza, ya que la gracia se otorga o se deniega en el momento de nacer sin que ningún esfuerzo posterior pueda paliar la ausencia de la misma.”
“La velocidad pura, cuya finalidad no es ganar tiempo sino huir del tiempo y de todos los lastres que arrastra la duración, en el cenagal de los pensamientos sin atadura, de los cuerpos tristes, de las vidas obesas y de las rumias asmáticas”
“El error es como el alcohol: uno enseguida se da cuenta de que ha ido demasiado lejos, peor en lugar de tener la sensatez de detenerse para limitar las secuelas, una especie de rabia cuyo origen es ajeno a la ebriedad le obliga a continuar. Ese furor, por raro que pueda parecer, podría llamarse orgullo: orgullo de clamar que, pese a todo, hacíamos bien en beber y teníamos razón al equivocarnos. Persistir en el error o en el alcohol adquiere entonces, categoría de argumento, de desafío a la lógica”
“Sin duda cada ser tiene, en el universo de lo escrito, una obra que le convertirá en lector, suponiendo que el destino favorezca su encuentro.Lo que Platón dice de la mitad amorosa, ese otro ser que circula por alguna parte y que conviene encontrar a riesgo de permanecer incompleto hasta el día de tu muerte, es todavía más auténtico en el caso de los libros.”
“Nadie es la víctima de nadie, sino de sí mismo”
“De acuerdo que la gramática es esencial, pero sólo si tiene como objeto la escritura: privada de su objetivo, se convierte en un código estéril.”