“Te juzgarás a ti mismo —le respondió el rey—. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio.”
“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte correctamente es que eres un verdadero sabio.”
“—¿Y de qué sirve la esperanza? No existe, no se puede tocar. Es sólo una idea, un sueño… ¡una mentira! Es un eufemismo como cualquier otro. La esperanza es únicamente una palabra bonita con la que maquillar la realidad —se defendió, recordándole a Lan la actitud derrotista de su primer encuentro.La muchacha permaneció en silencio, dejando que el Errante se calmara, y después le dijo con voz pausada:—Significa mucho más que eso. La esperanza es creer más allá de lo que podemos controlar. Es un sentimiento, como la alegría, el miedo o el odio, al que te puedes aferrar incluso en los momentos más difíciles, cuando sabes que ya no puedes hacer nada por ti mismo. Incluso cuando todo está perdido, siempre queda la esperanza.”
“Quien conoce a los otros es sabio; quien se conoce a sí mismo es iluminado.”
“El verdadero arte, aquel que te salva y te aleja y te lleva de vuelta a ti mismo, es justamente ese que te hizo viajar. Que te paseó por otro mundo.”
“Morir es fácil; lo difícil es vivir. Y cuanto más difícil se vuelve, más fuerte es la voluntad de seguir viviendo. Y cuanto mayor es el miedo a la muerte, mayor es el esfuerzo que se hace por conservar la vida.”