“Mi mente se subleva ante el estancamiento. Proporcióneme usted problemas, proporcióneme trabajo, déme los más abstrusos criptogramas o los más intrincados análisis, y entonces me encontraré en mi ambiente. Podré prescindir de estimulantes artificiales. Pero odio la aburrida monotonía de la existencia. Deseo fervientemente la exaltación mental.”
“Dejaré mi ventana abierta esperando que mi oscuro visitante entre por el espacio de mi alma que le pertenece. Entonces disfrutaré de los momentos más preciados de la vida humana en aquel rincón de mi alma que estaría vacío si él no estuviese. Y antes que se marche la luna de mi ventana le rogaré una vez más para que me lleve consigo hasta el fin de mi existencia y el comienzo de la infinitud de nuestro amor”
“Este es mi gran obstáculo, la más grande de todas las limitaciones marcando mi camino. En mi mente soy elocuente; puedo escalar intrincados peldaños de palabras para llegar al más alto techo de la catedral y pintar mis pensamientos. Pero cuando abro mi boca, todo se viene abajo”
“Mediante la fotografía y la palabra escrita intento desesperadamente vencer la condición fugaz de mi existencia, atrapar los momentos antes de que se desvanezcan, despejar la confusión de mi pasado.”
“El amor de mi hombre no conocerá el miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quiero- o hacer rótulos en lo alto de los edificios proclamando su derecho a sentir el más hermoso y humano de los sentimientos.”
“¿La felicidad significa ausencia de privaciones? Si es así, entonces los sirvientes, tal y como los purasangres gustan de creer, son el estrato más feliz de toda la Corpocracia. Pero si la felicidad significa superar adversidades, o sentirse valorado y realizado, entonces, de todos los esclavos de Nea So Copros, somos sin ninguna duda los más desdichados.”