“Mi mente se subleva ante el estancamiento. Proporcióneme usted problemas, proporcióneme trabajo, déme los más abstrusos criptogramas o los más intrincados análisis, y entonces me encontraré en mi ambiente. Podré prescindir de estimulantes artificiales. Pero odio la aburrida monotonía de la existencia. Deseo fervientemente la exaltación mental.”

Arthur Conan Doyle, Sir

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Quote by Arthur Conan Doyle, Sir: “Mi mente se subleva ante el estancamiento. Propo… - Image 1

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“Se trata del proceso de separación de los Dundas [...]. El marido era abstemio, no existía otra mujer, y el comportamiento del que se quejaba la esposa consistía en que el marido había adquirido la costumbre de rematar todas sus comidas quitándose la dentadura postiza y arrojándosela a su esposa, lo cual, estará usted de acuerdo, no es la clase de acto que se le suele ocurrir a un novelista corriente.”


“Dejaré mi ventana abierta esperando que mi oscuro visitante entre por el espacio de mi alma que le pertenece. Entonces disfrutaré de los momentos más preciados de la vida humana en aquel rincón de mi alma que estaría vacío si él no estuviese. Y antes que se marche la luna de mi ventana le rogaré una vez más para que me lleve consigo hasta el fin de mi existencia y el comienzo de la infinitud de nuestro amor”


“Y jamás se mostraba tan formidable como después de pasar días enteros en su sillón, sumido en sus improvisaciones y en sus libros antiguos.”


“Este es mi gran obstáculo, la más grande de todas las limitaciones marcando mi camino. En mi mente soy elocuente; puedo escalar intrincados peldaños de palabras para llegar al más alto techo de la catedral y pintar mis pensamientos. Pero cuando abro mi boca, todo se viene abajo”


“Había nacido para ser grande, porque era capaz de proyectar lo que otros hombres no se atrevían a llevar a cabo, y de llevar a cabo lo que otros hombres no se atrevían a proyectar.El caso de Lady Sannox”


“La ciudad que había pagado a sus madres con la humillación y la privación de sus derechos, estaba ahora a punto de recibir su respuesta enfundada en armaduras, cascos y escudos, y con la lanza y la espada en lugar de la palabra. El cordero había dejado de serlo para convertirse en lobo. La maternidad se había prohibido a sí misma, dispuesta a no crear más vida sino sobre la propia muerte. La paciencia, agotada. Los buenos deseos, superados. Los ojos del corazón, fuertemente vendados para no ver ni sentir lo que habría de suceder. El odio asomándose e intentando crecer en el interior, apenas contenido por una razón que había decidido entregarse ya a la obediencia ciega. Los cuerpos entrenados, preparados, dispuestos y anhelantes, pidiendo sólo una dirección, un objetivo hacia el que dirigirse.”