“En este mundo cada uno tiene su particular abismo. Mis desgracias o las tuyas son nimias, en el mundo hay cosas mucho peores, cosas que, si nos ocurrieran a nosotros, nos destrozarían y nos matarían al instante. Porque nosotros gozamos de una situación bastante feliz y aventajada. Y no hay que avergonzarse de ello”
“Sucede que el corazón acaba velando en la distancia la belleza de las cosas ya vistas, desde las más intensamente vividas a las más pálidas; todo quedaba completamente envuelto en el corazón y ahora se sumergía en el paisaje que avanzaba hacia nosotros moviéndose velozmente”
“Sólo hay en el mundo una cosa peor que el que hablen de uno, y es que no hablen.”
“La felicidad llega sin llamar a la puerta, al margen de las situaciones y circunstancias que la rodean a una, con una independencia casi cruel. No importa en qué situación te halles o con quién estés.”
“Supongo que nos dan más morbo las cosas malas, las imágenes de violencia. Nos hacen sentir seguros en nuestras casas y cómodos en nuestras vidas, o nos hunden en la miseria y nos reafirman en nuestra creencia de que el mundo es una mierda.”
“Las cosas hermosas, las obras de arte, los objetos sagrados, sufren, como nosotros, los efectos imparables del paso del tiempo. Desde el mismo instante en que su autor humano, consciente o no de su armonía con el infinito, les pone punto y final y las entrega al mundo, comienza para ellas una vida que, a lo largo de los siglos las acerca también a la vejez y a la muerte. Sin embargo, ese tiempo que a nosotros nos marchita y nos destruye, a ellas les confiere una nueva forma de belleza que la vejez humana no podría siquiera soñar en alcanzar.”
“Son muchos los que ni siquiera hacen el esfuerzo de imaginar el tesoro que duerme en el corazón de los demás.”