“—Llámame Patch. Lo digo en serio. Llámame.”
“—Nombres —hablé por encima de mi hombro —. Acabemos de una vez con esto. ¿Cómo piensas que debería llamarme? Me aterra — bromeé—. Llámame Edward, o Peeta o Príncipe Encantador, y lo juro; me largo.”
“Las mentiras no son lo que hace daño a la gente, en serio. Es la disposición de los demás a creerlas.”
“Simplemente, hazte a la idea, me digo. En este caso, pensar no sirve de nada. Nada de todo esto está en tus manos. Lo veas como lo veas, no puedes resistirte. Se ha decidido en otra parte.”
“—Cuando dije que no tenía opción excepto ayudarte, lo dije en serio. No había otra opción, porque tú eres la única opción. No confío en nada por el momento. Pero de lo que sí estoy seguro, en lo único en lo que tengo confianza...—se detuvo por una fracción de segundo—... es la manera en que me siento por ti.”
“Cuando decido mejorar,cuando me digo esto no es vivir,me desespero que en este mundo no encuentro alivioy apareces en lo ajenono sabes cuanto te eche de menos.”