“No fue el orgasmo en su intensidad ni en su certeza, escafandra de buzo, bola de nieve arrojada que ahora estalla y se dispersan los copos muy lentamente”
“No le fue fácil meter en la maleta el dia en que hicieron su primera cumunión las tres juntas.La vela, el libro y la foto afuera de la iglesia cupieron muy bien, pero no así el sabor de los tamales y del atole que nacha les había preparado y que habían comido después en compañia de sus amigos y familiares. Cupieron los huesitos de chabacano de colores, pero no así las risas cuando jugaban con ellos en el patio de la escuela, ni la maestra Jovita, ni el columpio, ni el olor de su recámara, ni el del chocolate recién batido. Lo bueno es que tampoco cupieron las palizas, los regaños de Mamá Elena, pues Tita cerró muy fuerte la maleta antes de que se fueran a colar.”
“Detrás de la sucesión aparentemente aleatoria o hasta caótica de sucesos que acontecen en la vida y también en el mundo yace oculto el desenvolvimiento de un orden y un propósito superiores. El proverbio Zen lo expresa bellamente: "La nieve cae copo por copo, cada uno en su lugar preciso”
“El fin de todo esto es trágico: el que hace muy poco se sabía con el poder en las manos, se encuentra de pronto inmóvil en una caja de madera; y los que lo rodean, conscientes de su inutilidad, le queman en un horno.”
“Me regaló un ordenador portátil, el libro de Edgar Allan Poe y su última sonrisa con un consejo: "Nunca cambies esto por los libros. Los jóvenes creéis que todo está en Internet, que los libros son una especie en extinción. Un libro no se bloquea, ni se borra de repente, ni necesita pilas ni electricidad. Lo puedes leer en el parque, en la cama antes de dormir y hasta en el cuarto de baño. No hay goce como el de pasar las páginas, sentir su tacto y oler la fragancia de unas hojas recién impresas". No he olvidado sus palabras, fue lo más valioso que me dejó mi abuelo.”
“El muy honorable señor Loontwill, terrateniente para más señas, no se molestó en apartar la mirada de la tostada y el huevo que agonizaban en su plato.”