“Uf, “tu verás”, “allá tú”, no entiendo que nadie pueda decir eso. Una vez me contaron que eso es loq ue decían los semáforos en ámbar: “Allá tú, allá tú, allá tú, allá tú”. Yo no le diría eso a nadie que me importe. Ni siquiera a un enemigo se lo diría. Es mejor decirle a alguien que quieres que le parta un rayo, porque a pesar de todo estás con esa persona, aunque sea justo en el extremo opuesto, pero allá tú es como dejar solo a alguien, completamente solo. Allá tú: si te atropellan, a miq ue me registren. Así que me dio el punto, no sé, vale, tenía un día triste, supongo, llrón y no estaba dispuesta a llorar. Me fui. Igual que antes me había ido a mi cuarto, esta vez me fui a la calle.”

Belén Gopegui

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“Hablan todo el rato de la igualdad, pero a mí bastantes veces me gustaría ser tío, y al revés no pasa tanto. No lo digo por el sexo. Yo querría ser tío pero no para enrollarme con Vera, eso puedo hacerlo ya. Si lo piensas, es hasta increíble que haya que hacer leyes, es alucinante que en otrs época no nos dejaran estudiar o ser ingenieras. Pero es que hay historias que no están en las leyes, no sé cómo decirlo: me refiero a lo que te pides, ¿sabes? Los tíos se pidieron cosas como consolar o defender y luego se quedaron con esas cosas cosas. ¿Por qué no puede pedírselas cualquier persona, sea lo que sea, según su ánimo o según lo que le haya pasado? Muchos días prefiero consolar y no que me consuelen, defender y no que me defienda. Prefiero salir en vez de quedarme esperando aq ue vuelva alguien. Y aunque ya no siempre sea así, aunque a veces mi madre se vaya de viaje y sea mi padre quien va a buscarla, no sé, es que los chicos se han pasado la vida viéndose en todas partes como los que llevan el barco. He oído a pocos que digan: me encantaría quedarme aquí y que vinieran a salvarme. No se trata de se valiente. A lo mejor es incluso al revés. Porque lo que da másmiedo es estar esperando y no poder hacer nada. Da mucho más miedo eso que salir a matar dragones.”


“Me levanté y empecé a sacar los libros de la mochila. Mi madre se fue de la habitación sin decir nada. Supongo que le hice daño. Supongo que antes también había hecho daño a mi padre. ¿Cómo se coloca todo bien? ¿Como lo consiguen las personas? Porque si te callas demasiadas cosas, un día estalan o se pudren. Pero si las dices, haces daño. Y a veces mueves la mano y sin querer tiras el vaso y se rompe y hay agua y cristales; dicen que eso es fácil de arreglar con una bayeta y barriendo cristales. Lo que no se arregla es que te gustaria clavarte uno, que saliera sangre y no llorar.”


“Los sueños no. Una vez que aparecen ya tú no te liberas, no puedes volver a guardarlos dondequiera que estuviesen. Porque en algún sitio estaban y yo no lo sabía. Intenso que vuelvan a ese sitio. Es inútil.”


“Yo ahora no creo en Dios, pero me parece que el cura del funeral del padre de Vera tampoco creía mucho, me refiero a la vida eterna y todo eso. Decía que el cielo era cuando se hacían las cosas bien y se era cariñoso con los demás, y el infierno cuando despreciabas a alguien y te equivocabas. Decía que el muerto se quedaba en nuestros recuerdos y que desde ahí nos iba a acompaña. Buf, no sé, los recuerdos, vale, sólo que los recuerdos están en mi cabeza, y ojalá estuvieran en otro sitio. Puestos a creer, yo preferiría una aparición total, aunque fuera un padre de Vera medio transparente, tipo fantasma. Porque al final los recuerdos hasta parece que te los imaginas, se ponen borrosos y algunos se pierden.”


“Además tú también arriesgas tu vida y es algo que he aceptado. ¿Crees que no me duele el saber que puedo perderte? —alzó al vista—. Porque esa sí es una posibilidad. Morirás en combate y tengo miedo, pero eso es lo que eres. Yo no interfiero con lo que deseas, no interfieras tú en lo que yo quiero.”


“—No tienes derecho a decirme eso, Daniel. Tú no me conoces.—Dime que estoy equivocado y me iré. ¿Le quieres?Nos miramos un largo rato en silencio.—No lo sé —murmuró por fin—. No lo sé.—Alguien dijo una vez que en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre —dije.”