“Sé que me pareció hermosa. Pero no consigo evocar su hermosura.”
“Su voz suena preciosa por teléfono...preciosa. Por un momento, siento auténtico pánico. No sé qué decirle. Me gustaría decirle: «Oiga, Irene, creo que es usted hermosa...Creo que es usted maravillosa.» Me gustaría decirle algo que fuera cierto, por ridículo que fuese, porque, ahora que he oído su voz, todo ha cambiado.”
“…por un instante su mirada se ablandó y pareció ofrecerme un puente; pero sentí que era un puente transitorio y frágil colgado sobre un abismo.”
“Deberías de sentir lástima por él, hijo. Mañana nos iremos, pero él tendrá que convivir consigo mismo hasta el día de su muerte.”
“No soy tonto, sé que me ha olvidado, sé que no le hago bien. Pero sólo porque no pueda no significa que vaya a renunciar a ella.”
“Sé que querías decirme que siempre me recordarías, Cassia, pero tengo miedo de que me olvides.”