“Se comienzan a ver al entrar al valle. En los árboles, como frutas desproporcionadas; sobre los postes, vigilando; en los cables de luz, en grupos pequeños encima de las vallas, comiendo en los basureros, en bandadas que emparchan el cielo, ocupando el lugar de los perros aplastados en la carretera. El valle de Caracas está tomado por los zamuros.”
“La parte que más me gusta es el piedemonte andino, entre Barinas y Trujillo. A la derecha las montañas desproporcionadas, accidentadas; a la izquierda el llano horizontal y verde claro. Los ríos son operáticos en época de lluvia, tanto que da miedo cruzar los puentes.”
“Los zamuros planean sobre la autopista en un círculo ritual. Imagino que observan a un perro moribundo con su paciencia de zamuros. A veces pienso que siempre estuvieron allí, mucho antes de la invasión, y que no nos habíamos dado cuenta.”
“Si fuera un dios griego los condenaría a pasar el resto de sus vidas en una sala de reuniones con una vista hermosa, resolviendo un problema urgentísimo que se complica eternamente a punta de detalles insignificantes, fáciles de resolver.”
“FILIPO: Cuéntanos cómo llegaste a Las Lomas. ALVARO: Llegué por este mismo sitio donde me estás entrevistando: la Universidad Central de Venezuela. La universidad era el centro del movimiento hippie. Nos reuníamos todos los días justo detrás de ti. Ahí mismo, en Tierra de Nadie, que es ese jardín de atrás, un espacio que no pertenece a ninguna facultad y, como es difícil de vigilar, es un jardín de libertades.”
“... en el país de los infieles francos todos los perros tienen dueño. Al parecer los pasean por las calles arrastrándolos con cadenas al cuello como si fueran los más miserables esclavos. Dicen que además introducen a esos pobres perros a sus casas y que incluso los meten en sus camas. ... No son cosas que los francos puedan comprender el que los perros paseemos en manadas y gavillas por la calles de nuestro Estambul...”
“...es cómodo ser derrotado a los veinticinco años aún sin una sola cana en la cabeza sin una sola caries en la dentadura sin una sola nube en la conciencia con sólo dos o tres lagunas en la memoria y mirar el mundo desde el cielo desde el purgatorio desde el infierno desde más acá de los montes pirineos y la cordillera de los andes con frialdad con indiferencia con estupor”