“Moría de miedo, pero me sentía más valiente que nunca”
“La muerte espera al más valiente, al más rico, al más bello. Pero los iguala al más cobarde, al más pobre, al más feo, no en el simple hecho de morir, ni siquiera en la conciencia de la muerte, sino en la ignorancia de la muerte. Sabemos que un día vendrá, pero nunca sabemos lo que es.”
“-Pero tengan en cuenta -dijo Ponder- que los cementerios están llenos de gente que fue más valiente que sensata.”
“Desengáñese usted; el ladrón, por valiente que sea, al tiempo de robar siempre tiene miedo. El valor viene unido, dice Santo Tomás, con la justicia de la causa, y esto le explica a usted el valor de los mártires que desafiaban la cólera de los emperadores romanos; pero volviendo a los ladrones, repito que tienen miedo, y por miedo matan al que trata de conocerlos.”
“De todos modos, yo estaba tan familiarizado con el miedo que aquello constituía un episodio más. La vida sin miedo resultaba inconcebible. Los días de paz nunca fueron días de paz, sino de tregua.”
“Pero los caminos de ella eran más largos que todos los caminos que yo habia andado en mi vida y hasta se me ocurrió que nunca terminaría de quererla.”