“Ella era el remanso, la laguna quieta donde yo podía escribir.”
“Aura vestida de verde, con esa bata de tafeta por donde asoman, al avanzar hacia ti la mujer, los muslos color de luna: la mujer, repetirás al tenerla cerca, la mujer, no la muchacha de ayer: la muchacha de ayer - cuando toques sus dedos, su talle - no podía tener mas de veinte anos; la mujer de hoy - y acaricies su pelo negro, suelto, su mejilla pálida - parece de cuarenta: algo se ha endurecido, entre ayer y hoy, alrededor de los ojos verdes; el rojo de los labios se ha oscurecida fuera de su forma antigua, como si quisiera fijarse en una mueca alegre, en una sonrisa turbia: como si alternara, a semejanza de esa plata del patio, el sabor de la miel y el de la amargura. No tienes tiempo de pensar mas: (47)”
“-Sí; ¿por qué te has de sacrificar así?-¿Quererla? Ella me quiere a mí. Ella me sacrifica por mí.- Pero es una mujer vieja, casi un cadáver; tu no puedes...- Ella tiene más vida que yo. Sí, es vieja, es repulsiva...Felipe, no quiero volver...no quiere ser como ella...otra...- Trata de enterrarte en vida. Tienes que renacer, Aura...- Hay que morir antes de renacer...No. No entiendes. Olvida, Felipe; ténme confianza.”
“Hundirás tu cabeza, tus ojos abiertos, en el pelo plateado de Consuelo, la mujer que volverá a abrazarte cuando la luna pase, tea tapada por las nubes, los oculte a ambos, se lleve en el aire, por algún tiempo, la memoria de la juventud, la memoria encarnada.”
“todos los sistemas, sea cual sea su ideología, generan su propia injusticia; acaso el mal es el precio de la existencia, pero no se puede impedir la existencia por temor al mal...”
“El amor posee una fuerza sin límites que se llama la imaginación.”
“Tomas febrilmente la butaca, la colocas contra esa puerta sin cerradura, empujas la cama hacia la puerta, hasta atrancarla, y te arrojas exhausto sobre ella, exhausto y abúlico, con los ojos cerrados, y los brazos apretados alrededor de tu almohada: tu almohada que no es tuya; nada es tuyo...”