“Nunca de fíes de nadie, especialmente de la gente a la que admiras. Ésos son los que te pegarán las peores puñaladas.”
“…Permaneció al lado de sus amigos porque pensaba que ésa era su obligación. Le mató la lealtad a gentes, cuando les llegó la hora, le traicionaron. Nunca te fíes de nadie, Daniel, especialmente de la gente a la que admiras. Ésos son los que te pegarán las peores puñaladas…”
“Cuando nos morimos, esas son las historias que siguen en nuestro labios. Las historias que solamente les contamos a desconocidos, en algún lugar íntimo de la celda acolchada de la medianoche. Esas historias importantes que nos pasamos años ensayando mentalmente pero que nunca contamos. Esas historias son fantasmas, que traen a la gente de vuelta de entre los muertos. Solamente un momento. De visita. Cada historia es un fantasma.”
“Las mentiras no son lo que hace daño a la gente, en serio. Es la disposición de los demás a creerlas.”
“Sí, de repente lo ví así: la mayoría de la gente se engaña mediante una doble creencia errónea: cree en el eterno recuerdo (de la gente, de las cosas, de los actos, de las naciones) y en la posibilidad de reparación (de los actos, de los errores, de los pecados, de las injusticias). Ambas creencias son falsas. La realidad es precisamente al contrario: todo será olvidado y nada será reparado. El papel de la reparación (de la venganza y del perdón) lo lleva a cabo el olvido. Nadie reparará las injusticias que se cometieron, pero todas las injusticias serán olvidadas.”
“Todas las civilizaciones, como la gente que hay en los cementerios, son mortales. Y nosotros sabemos, como el hecho de que vamos a morir, que las civilizaciones que han llegado a su término no volverán nunca más.”