“Una vez me dijo que sentìa haber sido una decepciòn para mì. Le pregunté que de donde habìa sacado aquella idea absurda. "De sus ojos, padre, de sus ojos", dijo. Ni una sola vez se me ocuriò que tal vez yo habìa sido una decepciòn todavìa mayor para ella. A veces nos creemos que las personas son décimos de loterìa: que estàn ahì para hacer realidad nuestras ilusiones absurdas.”
“Tal vez porque las promesas más importantes en nuestra vida son aquellas que nunca se pronuncian en alto, que no se gritan ni se declaran, que se formulan íntimamente, y que una vez cumplidas nos colman de una secreta y profunda felicidad mucho más auténtica y perdurable que cualquier otro tipo de gloria.”
“Alguien dijo que una vez que en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre.”
“Las promesas más importantes en nuestra vida son aquellas que nunca se pronuncian en alto, que no se gritan ni se declaran, que se formulan íntimamente, y que una vez cumplidas nos colman de una secreta y profunda felicidad mucho más auténtica y perdurable que cualquier otro tipo de gloria.”
“Lo que pasó es lo de menos. Es una novela, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta.”
“Aún puedo verles en esa pantalla primitiva que nuestro cerebro produce, a unos ocho centímetros delante de mis ojos, miniaturizados por el tiempo y la distancia, desdibujados por las interferencias visuales, cada figura como una cinta roja que danzara en el aire. Todos ellos se cuentan entre aquellas personas a las que he intentado conocer dos veces, la segunda de ellas en el recuerdo y el lenguaje. A través de ellas, yo mismo. Son aquellos en lo que yo me he convertido, a través de procesos que no comprendo pero que creo que corresponden a una certeza absoluta, a una segunda vida tanto para mí como para ellos”