“Me siento responsable por ese muchacho. Si él nunca encuentra la felicidad, sentiré que le he fallado. Si no puede tener a la chica que ama, sentiré que le he fallado. Si no puedo conservar a su parabatai para él, sentiré que le he fallado.”
“—Así que, si me ayudas, es solo por temor a represalias. —Le doy la espalda, vuelvo a echarme en la cama, dispuesta a seguir durmiendo, y le resumo en una palabra lo que pienso de él—: Cabrón.”
“La gente no lee lo que no le interesa y si le interesa es que ya tiene madurez para hacerlo”
“No, hay algo más para hoy: si usted distrae un solo minuto de su sueño para dedicarlo a la tarea de traducción será como si me estuviera maldiciendo. Porque si algún día se me somete a juicio, no habrá largas investigaciones, bastará con afirmar: él la privó del sueño. Eso bastará para que me condenen, y con razón. De modo que estoy luchando por mí cuando le ruego que no vuelva a hacer algo así.”
“—¿Addy? —Hay un tono ronco en su voz y cierro mis ojos con él. Juro que puedo ver la profundidad de su alma.—¿Si?—Quiero que sepas algo. —Está bien.Él ladea su cabeza, me da un suave beso en los labios.—Solo quiero que sepas que eres mi sol, mi luna y mis estrellas. Mi cielo, mi infierno y mi tierra. Haría cualquier cosa por ti. Iría a cualquier sitio por ti. Si alguna vez me dejas, te seguiré.—Nunca tendrás que seguirme porque nunca te voy a dejar.El amor por él quema dentro de mí como una vela romana. Las llamas son vibrantes, ardientes, y el humo que despliega de la punta es sofocante. Y a pesar de que siento que no puedo respirar, si esta es la forma en que Damien me hace sentir, espero no volver a respirar.”
“—Por cierto, antes de que se me olvide. —Él rompió el silencio—. Creo que debería decírtelo, es algo que no puedo ocultar y que acabarás por enterarte.Ella se inquietó, por la forma en que lo decía no podía presagiar nada bueno. Lo miró en silencio, esperando que, fuera lo que fuese, no cambiara las cosas.Pero él parecía más ocupado en excitarla y no podía concentrarse si estaba pensando en lo que tenía que decir. Pero es que sus manos... sus manos estaban por todas partes, presionando un pezón, acariciando sus labios vaginales... Por no hablar de su boca, que la besaba en el cuello, en el hombro... Oh, qué delicia.Pero esa inquietud hacía que no pudiera disfrutar al cien por cien. Colocó la mano sobre la de él para detenerlo.—¿Qué eso tan importante que tienes que decirme?—Bah, nada, poca cosa. —Él intentó de nuevo meter la mano entre sus piernas.—¡Habla!—Pues nada, que te quiero —dijo él con ese tono pedante, como si dijera la hora.Ella se quedó inmóvil al escucharlo. ¿Cómo podía ser tan retorcido? Aunque... era «su retorcido» y lo quería por eso; así que sonrió, le dio acceso y buscó una réplica contundente.—Sólo tú puedes decir algo importante de forma tan enrevesada —le respondió alegre.”