“¿No te importa siquiera a dónde voy? –dijo él. –¿Qué si estoy yendo al Infierno? –Siempre quise ver el Infierno, –dijo Cecily con calma. –¿No lo quiere todo el mundo? –La mayoría de nosotros pasamos el tiempo luchando para mantenernos al margen de él”

Cassandra Clare

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“―Basia coquum ―dijo Simon ―. O cualquiera sea su lema.―Su lema es ‘Descensus A verno facilis est.’ ‘El descenso al infierno es fácil’ ―dijo Alec―. Acabas de decir “Besa al cocinero”.”


“¿No está enojado? –Estoy contento, –dijo. –Ellos van a ser capaces de cuidar uno del otro cuando yo me haya ido, o por lo menos puedo esperar eso. Él dice que ella no lo ama, pero seguramente ella llegara a amarlo con el tiempo. Will es fácil de amar y él le ha dado todo su corazón. Lo puedo ver. Espero que no se lo rompa.”


“¿Qué? -preguntó de mala gana.-Ojalá dejaras de intentar desesperadamente atraer mi atención de este modo -dijo él-. Se ha vuelto embarazoso.-El sarcasmo es el último refugio de los que tienen la imaginación en bancarrota -le respondió ella.-No puedo evitarlo.Uso mi afilado ingenio para ocultar mi dolor interior. [pp. 185]”


“¿Un diario sin dibujos míos en él?¿Dónde están las tórridas fantasías?¡Las cubiertas de novelas románticas?El...-¿Realmente todas las chicas que conoces se enamoran de ti? -preguntó ella en voz baja.La pregunta pareció bajarle los humos, como un alfiles pinchando un globo.-No es amor -contestó él, tras una pausa-. Al menos...-Podrías intentar no ser tan encantador todo el tiempo -indicó Clary-. Sería un alivio para todos. [pp. 219]”


“¿Puedes escucharlos? –reclamó. –¡Oh, eso no es justo para nada! –Todo es muy romántico, –dijo Gabriel y frunció el ceño. – O lo sería si mi hermano pudiera soltar una palabra sin sonar como una rana atragantándose. Me temo que no pasará a la historia como uno de los máximos conquistadores de las mujeres en el mundo.”


“Mi consciencia, –susurró Will. –Tú eres mi consciencia. Siempre lo has sido, James Carstairs. Haré esto por ti, pero primero voy a conseguir una promesa. –¿Qué clase de promesa? –Me pediste hace años que cese de buscar una cura para ti, –dijo Will. –Quiero que me liberes de esa promesa. Déjame mirar, al menos. Libérame para buscar. Jem miró con cierto asombro.–Justo cuando creo que te conozco perfectamente, me sorprendes de nuevo.”