“Sabía que algo no iba bien en Sookielandia.”
“Iba a contaros algo -empezó Mel-. Bueno, iba a demostrar algo. Veréis: sucedió hace unos meses, pero sigue sucediendo en este mismo instante, y es algo que debería hacer que nos avergoncemos cuando hablamos como si supiéramos de qué hablamos cuando hablamos de amor.”
“Lo único cierto era el peso en la boca del estómago la sospecha física de que algo no andaba bien, de que casi nunca había andando bien.”
“¡Que me den algo que hacer, lo que sea! Sería preferible que pensara en otra cosa, porque en este momento estoy por representarme la comedia. Sé muy bien que no quiero hacer nada; hacer algo es crear existencia, y ya hay bastante existencia.”
“¿Sabes por qué te quiero? No sabía que estaba perdido hasta que tú me encontraste. No sabía lo que era estar solo hasta la primera noche que pasé sin ti en mi cama. Tú eres lo único que he hecho bien. Tú eres lo que he estado esperando, Pigeon.”
“Se había marchado y eso era algo para lo que no iba a estar preparado ni en cincuenta y tres días, ni en cincuenta y tres años ni en cincuenta y tres siglos.”