“—Jane, quédese todavía. No se revuelva como un pájaro huraño que pierde sus plumas contra los alambres de la jaula. —Yo no soy pájaro, ni se me enjaula; soy un ser humano, con una voluntad libre, que ahora ejerzo para separarme de usted.”
“Veo, a veces, la curiosa mirada del pájaro a través de los alambres de la jaula, que vívido, resuelto, infatigable y cautivo está allí; cuando sea libre volará alto.”
“Yo soy mi adivinanza. Señor, no pretende usted bondadosamente aliviar ni secuestrar mi soledad. Es una cosa que a las mujeres se nos enseña a temer: oh la torre terrible, oh las zarzas que las circundan; no un nido sociable, sino un calabazo.Pero nos han mentido, sabe usted, en esto como en otras tantas cosas. El calabozo podrá ser severo y amenazador, pero dentro de él estamos muy seguras, dentro de sus confines somos libres de una manera que ustedes, que tienen libertad para correr el mundo, no necesitan imaginar. Ni yo recomiendo imaginarla; pero hágame la justicia de creer que mi soledad es mi tesoro, lo mejor que poseo. No me decido a salir. Si abriera usted la puertecilla, no escaparía; pero ay, cómo canto en mi jaula de oro...”
“Tienes que comprenderlo: Yo no soy nadie especial. Soy solo una chica normal. Mido uno sesenta y soy del montón en muchas cosas.Pero tengo un secreto. Aunque construyan murallas que lleguen hasta el cielo, yo encontraré la forma de volar sobre ellas. Aunque intenten atraparme con cientos de armas, yo encontraré un modo de resistir. Y hay muchos como yo ahí fuera, más de los que crees. Gente que se niega a dejar de creer. Gente que se niega a volver a tierra. Gente que ama en un mundo sin murallas, gente que ama frente al odio, frente al rechazo, sin miedo y contra toda esperanza.Te amo. Recuerda. Eso no pueden quitártelo.”
“El experimento del profesor Kugelmass-Señor Kugelmass, lo peor que puede usted hacer es ignorar la realidad. Limítese a declarar aquí sus pensamientos, y los dos juntos lo analizaremos. Ya lleva usted en tratamiento un tiempo suficiente como para saber que nadie se cura de la noche a la mañana. Después de todo, yo soy analista, no mago.-Entonces lo que necesito quizás es un mago -exclamó Kugelmass, levantándose.Y con eso dio por terminada su terapia.”
“No tenían ya palabras. Las estrellas empezaban a brillar. ¿Cómo fue que sus labios se encontraron? ¿Cómo es que el pájaro canta, que la nieve se funde, que la rosa se abre? Un beso; eso fue todo. Los dos se estremecieron, y se miraron en la sombra con ojos brillantes. No sentían ni el frío de la noche, ni la frialdad de la piedra,ni la humedad de la tierra, ni la humedad de las hojas; se miraban y tenían el corazón lleno de pensamientos. Se habían cogido de las manos sin saberlo.”