“No puedo prometer que no te volveré loca. No puedo prometer que no voy a hacerte daño. Todo lo que puedo prometer es que te quiero en mi vida, y voy a hacer cualquier cosa para mantenerte allí.”
“Te quiero. Ahora mismo. Si dices que sí, me gustaría besarte. Te besaría hasta que ambos nos olvidáramos que los labios se hicieron para otra cosa que besar. Te quitaría ese traje, tan lindo como es. Quiero ver cómo te ves sin nada encima. Quiero hacerte suspirar como lo hiciste con el pastel. Quiero estar contigo. Ahora mismo.”
“—Quiero llevarte a cenar. A algún lugar agradable donde pueda continuar arrastrándome y mostrándote que puedes confiar en mí. Quiero que confíes en mí. Lo necesito. Te necesito más que nada. Todo tiene sentido cuando estás cerca. Todo es mejor. Ni siquiera podía cocinar la cena de anoche, porque no estabas allí. Tuve una pesadilla, y no hubo nadie que me despertase de ella. No es tu trabajo salvarme, pero... te quiero cerca. —Yo también.”
“No estoy diciendo que esto va a compensarte por ello. Voy a intentar, intentar realmente, para hacerte confiar en mí otra vez. Quiero que confíes en mí. Es que... no pude dormir anoche sin ti. Fue la cosa más extraña estar solo en el cuarto sin ti. No podía oír tu respiración, y tu risa se había ido. Te habías ido, y fue como si una parte de mi vida hubiera desaparecido. Una gran parte. Tropecé al ir al baño y me golpeé la cabeza. ¿Ves? —Señaló una preciosa herida en su frente—. Y luego me quemé la mano en el horno tostador. Después mi coche no arrancó. De nuevo. Nunca he tenido tanta mala suerte en mi vida.”
“—Crees que eres el que hace mi vida difícil. Pero yo puedo hacerla mucho peor para ti —dije, sonriendo dulcemente. Sus ojos azules estabas escépticos.—¿Cómo?—¿Realmente quieres saberlo? Voy a invitar a un montón de chicas, veremos películas para chicas, y hablaremos de nuestros periodos y encenderemos todo tipo de velas aromáticas, y probablemente nos quedemos toda la noche despiertas riendo.—¿Cuándo comenzará la pelea de almohadas desnudas y los besuqueos?”
“— Dijiste que yo no te gustaba.— No me gustas. No me gusta la forma en que tu cabello huele, y cómo no puedo dejar de pensar en despertar y ver tu cara. Odio como mi cama se sentía vacía cuando te fuiste. No me gusta lo bien que estábamos con mi familia, especialmente con Harper, y cómo yo quería verte de nuevo con ellos, pero no sólo como invitada. Sino como miembro. Tienes razón. No me gustas en absoluto.”
“—Espera. Juro que no te acose. Te lo dije, soy observador. Piensa en mi como Sherlock Holmes, solo que sin las malas habilidades sociales y el uso de cocaína.— ¿Holmes consumía cocaína?— ¿Si no como hacía para quedarse despierto toda la noche resolviendo crímenes?”