“Cuando te enamoras, la cosa siempre acaba con una pérdida, ¿no? Uno pierde al otro,en algún momento, siempre.”
“—El amor es como una borrachera. Cuando uno tiene la botella al lado se siente feliz. Pero luego se acaba, uno se duerme y al otro día se despierta con dolor. Después uno promete no volver a tomar... ¿Todavía la quiere?”
“Sostén.No quiero ser el fuerte, pero tampoco quiero ser el débil. ¿Por qué siempre da la impresión de que hay que ser uno u otro? Cuando nos abrazamos, siempre hay uno que aprieta con un poco más de fuerza.”
“Siempre he creído que en la vida hay personas que te alimentan, que te quieren y que necesitas de tal manera que cuando los pierdes nadie puede llenar ese vacío.”
“Pensando en eso esta noche, con el corazón y el estómago hechos papilla, me digo que al fin de cuentas quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual. Es como si las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo, un siempre en el jamás.Si, eso es, un siempre en el jamás.”
“Ahora, imagínese lo que es la realidad de los seres humanos, con sus complicaciones y recovecos, contradicciones y además cambiantes. Porque cambia a cada instante que pasa, y lo que éramos hace un momento no lo somos más. ¿Somos, acaso, siempre la misma persona? ¿Tenemos, acaso, siempre los mismos sentimientos? Se puede querer a alguien y de pronto desestimarlo y hasta detestarlo. Y si cuando lo desestimamos cometemos el error de decírselo, eso es una verdad, pero una verdad momentánea, que no será más verdad dentro de una hora o al otro día, o en otras circunstancias. Y en cambio el ser a quien se la decimos creerá que ésa es la verdad, la verdad para siempre y desde siempre. Y se hundirá en la desesperación.”