“Me encantaría creer en un mundo invisible. Eso destruiría todo el sufrimiento y la presión del mundo físico. Pero también negaría el valor del dinero que tengo en el banco, de mi casa que no está nada mal y de todo mi esfuerzo. Todos nuestros problemas y todo lo bueno que nos pasa podrían desdeñarse simplemente porque no son más reales que las escenas de un libro o una película. Un mundo eterno e invisible convertiría el nuestro en una ilusión.”
“Creíamos en el control, en el poder del dinero y en la suerte. Creíamos en que el mundo era nuestro. El futuro era partícipe de nuestra voluntad. Todo el odio acumulado por vivir según las condiciones de nuestro cerebro nos hizo estallar en llamas. Jodimos nuestro propio mundo.”
“Porque todos somos de aquello que nos hizo equivocarnos, y el vínculo del error es a veces más fuerte que cualquier otro. Subsiste en el error un grado íntimo de pureza, la pureza de lo que no está conforme, de lo que se aviene con el mundo tal y como es.”
“Pero nunca debemos olvidar que una experiencia espiritual es sobre todo una experiencia práctica del Amor. Y en el amor no existen reglas. Podemos intentar guiarnos por un manual, controlar el corazón, tener una estrategia de comportamiento… Pero todo eso es una tontería. Quien decide es el corazón, y lo que él decide es lo que vale. Todos hemos experimentado eso en la vida. Todos, en algún momento, hemos dicho entre lágrimas: «Estoy sufriendo por un amor que no vale la pe-na.» Sufrimos porque descubrimos que damos más de lo que recibimos. Sufrimos porque nuestro amor no es reconocido. Sufrimos porque no conseguimos imponer nuestras reglas. Sufrimos impensadamente, porque en el amor está la semilla de nuestro crecimiento. Cuando más amamos, más cerca estamos de la experiencia espiritual. Los verdaderos iluminados, con las almas encendidas por el Amor, vencían todos los prejuicios de la época.”
“El mundo que tenemos que buscar es un mundo en el cual el espíritu creador esté vivo, en el cual la vida sea una aventura llena de alegría y de esperanza, basada más en el impulso de construir que en el deseo de guardar lo que poseemos y de apoderarnos de lo que poseen los demás. Tiene que ser un mundo en el cual el cariño pueda obrar literalmente, el amor esté purgado del instinto de la dominación, la crueldad y la envidia hayan sido disipadas por la alegría y el desarrollo ilimitado de todos los instintos constructivos de la vida y la llenen de delicias espirituales. Un mundo así es posible; espera solamente a que los hombres quieran crearlo.”
“Estoy enamorado de ti, y no me apetece privarme del sencillo placer de decir la verdad. Estoy enamorado de ti y sé que el amor es solo un grito en el vacío, que es inevitable el olvido, que estamos todos condenados y que llegará el día en que todos nuestros esfuerzos volverán al polvo. Y sé que el sol engullirá la única tierra que vamos a tener, y estoy enamorado de ti.”