“No podía creer que alguien pudiera permanecer ajeno a tan importante acontecimiento”
“Cómo podía yo sospechar que aquello que parecía tan mentira era verdadero...”
“Nos volvemos importantes para alguien y luego dejamos de serlo, y dejar de serlo es tan doloroso que se nos ocurre que hubiera sido preferible no serlo nunca. Si vas a ponerle muebles a un cuarto vacío, luego no los quites”
“¿Por qué no podía enfadarse? ¿Por qué tenía que estar tan cochinamente asustado?”
“¿Que hay al otro lado de la vida?¿Es solo noche silenciosa y soledad? ¿Que queda cuando no hay deseos, recuerdos ni esperanzas? ¿Que hay en la muerte? Si pudiera permanecer inmovil, sin hablar ni pensar, sin suplicar, sin llorar, recordar o esperar, si pudiera sumergirme en el silencio mas completo, tal vez entonces pudiera oirte, hija.”
“Justo castigoLa vida es un auténtico caos, pensé. Los sentimientos resultan tan imprevisibles. ¿Cómo es posible que alguien soporte permanecer casado durante cuarenta años? Parece un milagro mayor que el paso del mar Rojo, aunque mi padre, en su ingenuidad, sostenga que es esto último un logro de mayor envergadura.”