“Cualquier hombre quiere saber qué aspecto tiene cualquier mujer con la que habla sin saber qué aspecto tiene. Y quiere saberlo cuanto antes. Así sabrá si quiere seguir hablando o no con ella.”
“Sólo a veces, por la mañana temprano, faltaba a su ladoaquel hombre bajo la manta. Pero no debía sercualquier hombre, ni siquiera cierta clase de hombre,sólo uno concreto. Y por eso, lamentablemente, nopodía ser ninguno de los que conocía.”
“Quiero esperar en silencio la séptima ola. Si, aquí cuentan la historia indómita de la séptima ola. Las primeras seis son previsibles y equilibradas. Se condicionan unas a otras, no deparan sorpresas. Mantienen la continuidad. Pero, !cuidado con la séptima ola¡ La séptima es imprevisible. Durante mucho tiempo pasa inadvertida, participa en el monótono proceso, se adapta a sus predecesoras. Pero a veces estalla. Siempre ella, siempre la séptima. Porque es despreocupada, inocente, rebelde, barre con todo, lo cambia todo. Para ella no existe el antes, solo el ahora. Y después todo es distinto. ¿Mejor o peor? Eso solo pueden decirlo quienes estuvieron arrastrados por ella, quienes tuvieron el coraje de enfrentarla, de dejarse cautivar...”
“...si alguien quiere a la Emmi que no seesfuerza por ser buena, que más bien da rienda suelta a sus flaquezas habitualmentereprimidas, con más razón querrá a Emmi tal como ella vive, porque sabe que hasta cierto punto uno sólo puede pedirle a los demás que sean lo que es uno: un montónde caprichos, un cúmulo de dudas de sí mismo, una combinación de divergencias.”
“Soñar sin ponerse sentimental. Buscar sin andar buscando. Clavar la mirada en las palabras.”
“¿Tú que dices, Leo? ¿Puedo hacer que Bernhard se vuelva un misterio excitante? ¿Es posible hacer que ocho años de vida familiar se conviertan en un misterio excitante?”