“—Si te encuentran, tendré que exterminar tu fuerza vital para cerrar el portal.Me invadió una sensación de terror. —¿Y eso qué significa? Apretó los labios contra mi frente y cerró los ojos. —Significa que tendré que matarte.”

Darynda Jones

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Quote by Darynda Jones: “—Si te encuentran, tendré que exterminar tu fuer… - Image 1

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“Harper se acercó a mí con un propósito en la mirada, y con un último vistazo hacia Art, cruzó. No vi el dolor y el miedo que había sufrido durante todos esos años. No la viaterrorizada, y tampoco vi la pesadilla que había sido su estancia en el hospital psiquiátrico.Lo que vi fue cómo su padre la cogía y se la subía a los hombros mientras ella le señalabala ruta a seguir a través de los árboles que había en la parte trasera de la propiedad. Vi a su perro, un golden retriever llamado Sport, que le lamió los dedos hasta que ella no pudo soportar las cosquillas. Y vi el primer beso que le dio Art. Ella estaba en el instituto, viendo uno de los partidos de baloncesto en los que él participaba. Art se había lesionado y estaba en el vestuario. Harper corrió a ver cómo estaba. Estuvo a punto de desmayarse al ver el enorme bulto del brazo que tenía sujeto al costado, donde el hueso casi atravesaba la piel.Art se había tapado los ojos con el otro brazo para ocultar su angustia. Harper se acercó y, antes de que se diera cuenta de lo que ocurría, él le rodeó la cabeza con la mano y tiró de ella hasta que sus labios se unieron.Y luego cruzó.Ese toque romántico, la agonía del amor perdido, fue mi perdición.”


“Me comí a Donovan con los ojos, con una nueva sensación de afecto en el pecho.—¿Qué pasa? —preguntó con recelo.—¿Odin? ¿Le has puesto nombre a tu moto?Me guiñó el ojo y cogió el rollo de cinta adhesiva.—Me inspiré en una chiflada con un coche llamado Misery.”


“¿Estás enamorada de él?—¿De quién? —pregunté, perdida en el ardor del éxtasis que se acumulaba entremis piernas.—Del tío del psiquiátrico.—¿De Donovan? —pregunté sin aliento.—Si lo estás, tienes que alejarme de ti. —Enterró los dedos en mi cabello y me echóla cabeza hacia atrás, sobre su hombro, con una determinación implacable—. Tendrás quehacerlo. Todavía soy lo bastante fuerte para dejarte. —Gimió cuando deslicé la mano sobresu erección una vez más. Me sujetó la muñeca y volvió a mirarme a los ojos con unaexpresión de advertencia—. No yaceré contigo si amas a otro.”


“—Eso es absurdo, Reyes. No podría matarte. Eres más fuerte que yo, y... y sabesluchar y todo ese rollo.—Cuando llegue el momento..., y llegará, hazlo rápido. —Me ofreció una sonrisapoco convencida—. No vaciles, Holandesa. No titubees ni un segundo.”


“—Luego, tal vez tú y yo podríamos ir dando un paseo hasta esa cafetería de allí y tomarnos algo.—No eres mi tipo.Maldita fuera. A veces pasaba. En fin, ¿qué podía hacer una chica en esos casos?—De acuerdo, ¿vas a dejarnos pasar?—Me gustan más… verdes.—Por-fa-vor. —Saqué mi último billete de veinte—. Ahora sí que me has dejado tiesa.Me lo arrancó de los dedos y abrió la puerta.”


“—Tienes que dejar de pensar como una humana —sugirió Angel.—No me estás ayudando. Busca a Reyes.—Estoy aquí —dijo Reyes desde un rincón—. Viendo cómo te patean el culo. Otravez.Su gruesa túnica negra ondulaba a mi alrededor, lo que no mejoraba en absoluto elsúbito balanceo del mundo. Sin duda se trataba del Reyes incorpóreo. Los Beecher no loveían.—Haz algo —le dije a Reyes cuando conseguí librarme de las manos de Dewey porsegunda vez.—¿Puedo romperle el cuello a la vieja?—No.—¿Y a él?Eso tuve que pensármelo.”