“Aturdido.Mi fidelidad era tan impensable como lo fue tu lapsus. De todas las cosas que creí que podían ir mal, nunca pensé que fuera precisamente esa.- Ha sido un error -dijiste. Pero lo cruel fue que sentí que el error había sido mío, por confíar en ti.”
“Que estar enamorados era lo único que necesitábamos. Supongo que fue porque, en realidad, nunca pensé que me iba a enamorar de esa forma; y luego está el famoso mito de que cuando te pasa, se supone que vas a vivir feliz por siempre jamás.”
“Hace una hora, creí que te amaba más de lo que ninguna mujer ha amado nunca a unhombre, pero media hora más tarde, supe que lo que había sentido entonces no eranada comparado con lo que sentí después. Mas al cabo de diez minutos, comprendí que mi amor anterior era un charco comparado con el mar embravecido antes de la tempestad.”
“Lívido.Que te den por engañarme. Que te den por reducirlo todo a la palabra "engañar". Como si fuera una partida de cartas y le echaras un vistazo a las que tengo en la mano. Es más, ¿Quién inventó el término engañar? Supongo que fue alguien que había sido infiel. Alguien que pensó que "mentiroso" era demasiado duro. Alguien que pensó que "devastador" sonaba demasiado emocional. La misma persona que pensó: "vaya, lo han pillado con las manos en la masa". Que te den. Esto no es lo mismo que apropiarse de un billete de veinte dólares de más en el Monopoly. Esto es nuestra vida. Te has cargado nuestra vida. Eres mucho peor que un mentiroso. Has matado algo. Y para colmo lo has hecho por la espalda.”
“El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías. Dejabas atrás un pueblo del que muchas veces me dijiste: ‘Lo quiero por ti; pero lo odio por todo lo demás, hasta por haber nacido en él’. Pensé: ‘No regresará jamás; no volverá nunca.”
“Cuando estaba con ella sentía que valía la pena hacer todas esas cosas normales que hacen las personas normales.Mattia pensó que nada bueno había en tener una cabeza como la suya, que con ganas se la habría arrancado y sustituido por otra, incluso por una caja de galletas siempre que estuviera vacía y fuera ligera. Quiso contestar que sentirse especial era una jaula, lo peor que podía pasarle a uno, pero se abstuvo.Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían.No lo había elegido entre nadie; no había pensado en nadie más.”