“Codiciar.Existe una diferencia entre tú y yo: tú deseas lo que tienen los otros mientras que yo deseo las cosas que tenía, o las que creo que tendré en el futuro.”
“Yo creo que nada sucede por casualidad, ¿sabes? Que, en el fondo, las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos.”
“- ¿Tú crees que soy una bruja, Kai? - Yo creo que tú eres Dana. Y no me importa lo demás”
“Además tú también arriesgas tu vida y es algo que he aceptado. ¿Crees que no me duele el saber que puedo perderte? —alzó al vista—. Porque esa sí es una posibilidad. Morirás en combate y tengo miedo, pero eso es lo que eres. Yo no interfiero con lo que deseas, no interfieras tú en lo que yo quiero.”
“-Lo siento.Takata me miró a los ojos con el ceño fruncido.-Tú padre siempre me dijo que yo era un cabrón egoísta. Y tenía razón.-Tú das algo-dije suavemente-. Lo que pasa es que lo entregas a los extraños por miedo a que, si se los das a las personas que amas, lo puedan rechazar.”
“Aturdido.Mi fidelidad era tan impensable como lo fue tu lapsus. De todas las cosas que creí que podían ir mal, nunca pensé que fuera precisamente esa.- Ha sido un error -dijiste. Pero lo cruel fue que sentí que el error había sido mío, por confíar en ti.”
“Lívido.Que te den por engañarme. Que te den por reducirlo todo a la palabra "engañar". Como si fuera una partida de cartas y le echaras un vistazo a las que tengo en la mano. Es más, ¿Quién inventó el término engañar? Supongo que fue alguien que había sido infiel. Alguien que pensó que "mentiroso" era demasiado duro. Alguien que pensó que "devastador" sonaba demasiado emocional. La misma persona que pensó: "vaya, lo han pillado con las manos en la masa". Que te den. Esto no es lo mismo que apropiarse de un billete de veinte dólares de más en el Monopoly. Esto es nuestra vida. Te has cargado nuestra vida. Eres mucho peor que un mentiroso. Has matado algo. Y para colmo lo has hecho por la espalda.”