“-¿Es verdad.., que no lo olvidaré?Estaba arrodillado a su lado y esperó un momento antes deresponder.-Sí, es verdad -dijo suavemente-, Pero también es verdad que con eltiempo no te importará.-¿No? -Estaba demasiado cansada para seguir preguntándole. Sesentía extrañamente lejana-. ¿Aunque no sea lo bastante fuerte paramatarlo?-Eres una mujer muy fuerte.-No lo soy. Me lo acabas de demostrar, no soy...Una mano en el hombro la detuvo.-No es eso lo que quería decirte -dijo pensativo-, Jenny tenía diez añoscuando murió nuestra madre. -Y al día siguiente del funeral la encontrécon el delantal de mi madre.Había estado llorando como yo. Pero me dijo: «Ve a lavarte, Jamie, voya hacer la comida para ti y para papá».Cerró los ojos y tragó con fuerza.-Sé lo fuertes que pueden llegar a ser las mujeres. Y tú eres muyfuerte, créeme.”
“—Las cosas siempre aparecen cuando las necesitamos.—Eso no es verdad—replicó.—Sí que lo es. Sólo tienes que decidir si eres lo bastante fuerte y valiente como para aprovechar la oportunidad que se te presenta.”
“-Creo que otorgas demasiado crédito a nuestra relación. -Hice cuanto pude para cambiar de tema-. Yo lo irrito hasta sacar lo peor de él y Curran ha encontrado el modo de darme la lata. Eso es todo.-Quizás tengas razón.-De todos modos, Su Majestad necesita una chica- puedo. Y yo no lo soy.-¿Una chica-puedo? -Andrea enarcó las cejas y yo me incliné sobre el respaldo.-¿Puedo traerle la comida, Su Majestad? ¿Puedo decirle lo fuerte y valiente que es Su Majestad? ¿Puedo quitarle las pulgas, Su Majestad? ¿Puedo besarle el culo, Su Majestad? ¿Puedo... ? -Caí en la cuenta de que Rafael estaba sentado rígidamente, inmóvil como una estatua, con la mirada fija en algún punto sobre mi cabeza-. Está detrás de mí, ¿verdad?Andrea asintió lentamente.- Técnicamente, debería ser podría -dijo Curran, con una voz más grave de lo que recordaba-, ya que estás pidiendo permiso. (...)-Para responder a tu pregunta, sí, puedes besarme el culo. Normalmente, prefiero conservar mi espacio personal, pero tú eres una amiga de la Manada y tus servicios han demostrado ser de utilidad en una o dos ocasiones. Mi única pregunta es, ¿me besarías el culo por obediencia, por acicalamiento o como un preliminar del acto sexual?”
“- Estás enamorada - dijo Santiago.- No es verdad.- Claro que sí. Y sufres porque él piensa en otra persona. Créeme; sé de qué estoy hablando.- ¿De verdad? - replicó ella, irritada -. Lo dudo. No te tomas nada en serio. ¿Cómo vas a saber lo que es el amor?Se volvió para marcharse, pero Santiago la retuvo por el brazo y la miró a los ojos.- Sé de qué estoy hablando - repitió.Y Miriam lo comprendió.”
“Ahora, imagínese lo que es la realidad de los seres humanos, con sus complicaciones y recovecos, contradicciones y además cambiantes. Porque cambia a cada instante que pasa, y lo que éramos hace un momento no lo somos más. ¿Somos, acaso, siempre la misma persona? ¿Tenemos, acaso, siempre los mismos sentimientos? Se puede querer a alguien y de pronto desestimarlo y hasta detestarlo. Y si cuando lo desestimamos cometemos el error de decírselo, eso es una verdad, pero una verdad momentánea, que no será más verdad dentro de una hora o al otro día, o en otras circunstancias. Y en cambio el ser a quien se la decimos creerá que ésa es la verdad, la verdad para siempre y desde siempre. Y se hundirá en la desesperación.”
“Yo no sé muy bien qué sea amor, pero de lo que sí estoy convencido es de que es algo muy distinto al sexo y a la reproducción, con los que lo confunde mi vecino. El amor es puro; el sexo entretenido y sano; y la reproducción, criminal.”